El banco central de Brasil deja caer el real frente al dólar y dispara la euforia en la Bolsa

El banco central de Brasil decidió ayer no intervenir en el mercado cambiario y dejar fluctuar libremente al real frente al dólar. La medida, sólo adoptada por el día de ayer, desató la euforia del mercado de valores brasileño. La Bolsa de São Paulo registraba al cierre de la sesión un avance histórico del 32,86%, mientras la divisa brasileña llegaba a un tipo de cambio de 1,45 a 1,50 por dólar. En medio de esta situación, el ministro de Hacienda, Pedro Malan, viajó a EEUU para renegociar el plan de ayuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los inversores querían una devaluació...

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El banco central de Brasil decidió ayer no intervenir en el mercado cambiario y dejar fluctuar libremente al real frente al dólar. La medida, sólo adoptada por el día de ayer, desató la euforia del mercado de valores brasileño. La Bolsa de São Paulo registraba al cierre de la sesión un avance histórico del 32,86%, mientras la divisa brasileña llegaba a un tipo de cambio de 1,45 a 1,50 por dólar. En medio de esta situación, el ministro de Hacienda, Pedro Malan, viajó a EEUU para renegociar el plan de ayuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los inversores querían una devaluación mayor del real y lo habían avisado el miércoles. Un 9% les parecía poco. Ayer, el banco central de Brasil cedió a las presiones y dejó fluctuar libremente el tipo de cambio de la divisa brasileña frente al dólar. La medida se reflejó en una jornada de extrema euforia en las bolsas de São Paulo y Río de Janeiro, que registraban al cierre de la sesión avances del 32,86 y el 30,3%, respectivamente. Los inversores ven en esta medida la puerta para que Brasil pueda bajar sus altos tipos de interés y reactivar su economía a través de las exportaciones. La consecuencia negativa es el encarecimiento de los intereses y de la deuda externa.La decisión del banco central, según las primeras declaraciones de su nuevo gobernador, Francisco Lópes, se iba a limitar a la jornada de ayer. Pero pocas horas después, antes de partir hacia EEUU, Lópes dijo que el lunes anunciará nuevas medidas cambiarias. Los expertos esperan que esas medidas, consistan en una nueva ampliación de la banda de fluctuación del real, informa .

Lópes viajó para unirse al ministro de Hacienda brasileño, Pedro Malan, en la reunión que éste mantendrá en Washigton con los responsables del FMI. El asunto central del encuentro será la renegociación de las ayudas de 36.500 millones de euros (6,07 billones de pesetas) que el Fondo había aprobado a finales del año pasado. El FMI entregó un primer tramo de esas ayudas y lo que está en juego es la continuidad de la entrega.

Malan adelantará al FMI los planes del presidente Fernando Henrique Cardoso para poner en marcha el plan de ajuste, condición esencial para que el Fondo desembolse las ayudas. El Gobierno adelantó que el próximo miércoles someterá a la aprobación del Congreso uno de los puntos más polémicos del plan, la imposición de retenciones fiscales a las las pensiones de jubilación, viudedad e invalidez.

Esta reforma ya ha sido rechazada cuatro veces por el Congreso, pero el Gobierno quiere aprovechar este momento en el que los ojos del mundo están puestos sobre Brasil para ejercer alguna presión sobre los legisladores y lograr su aprobación.

La euforia de la jornada financiera brasileña se extendió rápidamente a los mercados vecinos y, por supuesto, a Wall Street. La Bolsa de Buenos Aires, la más pendiente de los vaivenes de la brasileña, ganaba un 12,26% al término de la jornada. En Sao Paulo, la compañía de telecomunicaciones Telesp, participada por Telefónica de España, ganó un 50,48% e influyó decididamente para que la compañía española ganara en Wall Street más de un 12%.

Pese a la ráfaga optimista vivida ayer en Brasil, las primeras medidas adoptadas por su Gobierno no pudieron frenar la salida de capitales del país. Los inversores retiraron más de 850 millones de euros del mercado y, en lo que va de enero, han salido de Brasil más de 4.300 millones de euros, de los cuales casi el 80% fie retirado en los últimos días de crisis.

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