Los ecologistas se oponen a que se reabra la mina de Aznalcóllar

Cuatro grupos ecologistas presentaron ayer 11 alegaciones contra la reapertura de la mina de Aznalcóllar (Sevilla), solicitada por Boliden Apirsa a la Consejería de Industria andaluza. Los conservacionistas alegan numerosas carencias de información, irregularidades en el procedimiento administrativo y falta de informes completos de impacto ambiental. Pero, sobre todo, subrayan que no se ha demostrado que la antigua corta -donde se depositan los lodos tóxicos recogidos del Guadiamar- sea segura para almacenar los nuevos residuos que genere la actividad minera sin que haya filtraciones a los acu...

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Cuatro grupos ecologistas presentaron ayer 11 alegaciones contra la reapertura de la mina de Aznalcóllar (Sevilla), solicitada por Boliden Apirsa a la Consejería de Industria andaluza. Los conservacionistas alegan numerosas carencias de información, irregularidades en el procedimiento administrativo y falta de informes completos de impacto ambiental. Pero, sobre todo, subrayan que no se ha demostrado que la antigua corta -donde se depositan los lodos tóxicos recogidos del Guadiamar- sea segura para almacenar los nuevos residuos que genere la actividad minera sin que haya filtraciones a los acuíferos. Y que tampoco se han tomado medidas para evitar que la balsa siniestrada vuelva a reventar.Greenpeace España, SEO/Birdlife, WWF/Adena y Ecologistas en Acción presentaron su pliego de alegaciones a la documentación entregada por Boliden Apirsa, la minera sueca-canadiense propietaria de la explotación.

Los papeles de la empresa para obtener permiso para la utilización de la llamada Corta de Aznalcóllar "como depósito de estériles procedentes del concentrador de minerales y la ampliación de escombreras" han sido sometidos a información pública.

Los ecologistas consideran que la documentación presentada por Boliden "carece de valor para solicitar la reapertura de la mina", según explicaron ayer. Boliden pretende que la antigua corta, una explotación gastada a cielo abierto, pueda ser utilizada para almacenar gangas y residuos químicos usados para separar la pirita de otros minerales inútiles extraídos de la llamada corta Los Frailes. También pide que se le deje utilizar parte del monte público Dehesa del Perro como escombrera.

Los estudios de Boliden "no muestran con suficiente credibilidad la seguridad de la antigua corta hacia los acuíferos", según los ecologistas, y no demuestran "la necesaria impermeabilidad de la capa de riolitas fracturadas [el tapón subterráneo de la corta]". La documentación "reconoce desprendimientos en el talud oeste de la corta" y admite que en el sur se han producido movimientos desde 1976, con derrumbamientos, y tiene una grieta.

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