Una mezcla en creciente progresión
Un reciente estudio del Gobierno vasco afirma que los consumidores de éxtasis mezclan habitualmente esta sustancia con otras drogas como el cannabis, alcohol, tabaco y speed y, en menor medida, cocaína y LSD. Los autores del trabajo aseguran que esta mezcla de sustancias, que se ha comenzado a detectar recientemente, rompe la imagen del consumidor de éxtasis como alguien que no combina esta droga con otro tipo de sustancias estupefacientes. El cuadro del consumidor en el País Vasco, según el director del estudio, el sociólogo Javier Elzo, es el de un joven que está informado de lo que consu...
Un reciente estudio del Gobierno vasco afirma que los consumidores de éxtasis mezclan habitualmente esta sustancia con otras drogas como el cannabis, alcohol, tabaco y speed y, en menor medida, cocaína y LSD. Los autores del trabajo aseguran que esta mezcla de sustancias, que se ha comenzado a detectar recientemente, rompe la imagen del consumidor de éxtasis como alguien que no combina esta droga con otro tipo de sustancias estupefacientes. El cuadro del consumidor en el País Vasco, según el director del estudio, el sociólogo Javier Elzo, es el de un joven que está informado de lo que consume, lo hace desde hace más tres años y toma drogas de diseño en grupo y, sobre todo, los fines de semana para divertirse. Los resultados que se han obtenido son extrapolables a otras comunidades españolas y a otros países europeos. La edad media del consumidor es de 25 a 30 años y está perfectamente integrado en la sociedad. El 2% de los jóvenes Los autores del estudio creen, según la información recogida, que el 2% de la juventud vasca es consumidor habitual de éxtasis y que en Vizcaya, alrededor de 3.000 personas han probado alguna vez esa droga. Elzo considera más preocupante que el número de consumidores el porcentaje tan elevado de personas que lo hacen para divertirse el fin de semana. El sociólogo asegura que, a diferencia de la imagen creada de un consumo benévolo de este tipo de droga, el éxtasis provoca "dependencias físicas, psíquicas y sociales".