Todo a cien

El sector del porcino vuelve a conocer precios casi de hace 30 años

"Todo a cien", repetía con cierto gesto de preocupación el presidente de la Lonja Agropecuaria de Segovia, Nicéforo González, cuando se le preguntaba por los precios del porcino en la última sesión. El mercado segoviano, de referencia nacional, junto al de Lleida, en algunas categorías, vuelve a registrar precios de hace 30 años, a algo más de 100 pesetas el kilo en los lechones y en el cebo selecto.Sólo Segovia, la tercera provincia productora de España, junto con Murcia, después de Lleida y Barcelona, puede dejar de ingresar este año en torno a 24.000 millones de pesetas. Mientras, el consum...

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"Todo a cien", repetía con cierto gesto de preocupación el presidente de la Lonja Agropecuaria de Segovia, Nicéforo González, cuando se le preguntaba por los precios del porcino en la última sesión. El mercado segoviano, de referencia nacional, junto al de Lleida, en algunas categorías, vuelve a registrar precios de hace 30 años, a algo más de 100 pesetas el kilo en los lechones y en el cebo selecto.Sólo Segovia, la tercera provincia productora de España, junto con Murcia, después de Lleida y Barcelona, puede dejar de ingresar este año en torno a 24.000 millones de pesetas. Mientras, el consumo se ha mantenido prácticamenteestable porque los bajos precios que padecen los productores, que tienen un exceso de oferta, apenas se aprecian en las carnicerías.

Muchos ganaderos habían encontrado en el porcino la gallina de los huevos de oro, un negocio muy próspero, de beneficio rápido, hasta el punto de que el número de explotaciones ha crecido como la espuma en los últimos años. Ahora, algunas tendrán que cerrar o atravesarán dificultades para atender a los créditos porque sobra producción. Un lechón de 20 kilos se cotiza en el mercado a 2.000 pesetas, lo mismo que en 1970, cuando en el pasado se han llegado a pagar 10.000 pesetas, a unas 500 pesetas el kilo. El de cebo selecto, también a 100 pesetas, como en 1981, se cotizaba a más del doble en 1997, entre las 200 y las 260 pesetas.

La situación se veía venir, según quienes operan en el mercado, aunque se ha retrasado unos meses debido al aumento del consumo de productos del cerdo por el problema de las vacas locas y a las compras en intervención de madres y lechones realizadas por la Administración tras la aparición de casos de peste porcina clásica.

La fuerte presión de Holanda y Dinamarca, los máximos exportadores, junto a un descenso del consumo en Rusia, un país importador, ha provocado una crisis profunda en el porcino español, que hace tiempo debería haberse planteado una regulación en el censo de producción, de acuerdo con algunos ganaderos. Eso no es todo. Alemania sigue constituyendo una amenaza, aunque la unificación ha provocado que la mayoría de la producción se quede para consumo interno.

Una reducción de precios en las carnicerías que estimulara fuertemente la demanda es lo que podría salvar la situación, por lo que los productores hacen un llamamiento a las industrias de transformación. Sólo ha bajado el precio de la carne picada, aunque no en la proporción en que han caído los ingresos de los ganaderos. Las piezas nobles, como el jamón y el lomo, se pagan igual.

De momento, los cochinillos ya se están congelando para su venta en las navidades, cuando es habitual una subida de precios por el incremento del consumo. Los productores se muestran escépticos ante hipotéticas medidas de inmovilización y almacenamiento por la Administración, porque se trata de productos que, más tarde o más pronto, volverán a salir al mercado. Del problema se salva el cerdo ibérico, cuyos precios se mantienen estables, porque forma parte de un mercado diferente. Con una cabaña de 19 millones de cerdos, España es el segundo país productor de la UE, después de Alemania (25 millones). Le siguen Francia, con 15 millones; Holanda, con 11 millones, y Dinamarca, con 10 millones.

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