"La mirada del otro" enfrenta en Sevilla al Giraldillo y a su réplica

Las dos estatuas se exhiben durante un mes

Las dos Gigantas ya están juntas. Durante un mes, el público podrá contemplar estas dos estatuas con la misma identidad y apreciar sus semejanzas y diferencias. La exposición La mirada del otro, inaugurada ayer, ha reunido en la Plaza del Triunfo al Giraldillo de 1568 y a la réplica que lo sustituirá en la cúspide de la Giralda mientras se restaura -si los técnicos determinan que la reparación es posible- la veleta original. En la calle Sierpes La mirada del Giraldillo muestra una serie de fotografías de Carlos Ortega tomadas desde lo más alto de la torre almohade.

Cientos de personas c...

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Las dos Gigantas ya están juntas. Durante un mes, el público podrá contemplar estas dos estatuas con la misma identidad y apreciar sus semejanzas y diferencias. La exposición La mirada del otro, inaugurada ayer, ha reunido en la Plaza del Triunfo al Giraldillo de 1568 y a la réplica que lo sustituirá en la cúspide de la Giralda mientras se restaura -si los técnicos determinan que la reparación es posible- la veleta original. En la calle Sierpes La mirada del Giraldillo muestra una serie de fotografías de Carlos Ortega tomadas desde lo más alto de la torre almohade.

Cientos de personas contemplaron desde la Plaza del Triunfo el espectáculo de luz y sonido con el que se inauguró la exposición. Las campanas de la Giralda repicaron durante 15 minutos hasta que los focos iluminaron las dos figuras y el velo negro que las dejaba entrever cayó al suelo. La alcaldesa, Soledad Becerril, el presidente de la Diputación, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el deán de la catedral, Antonio Domínguez, asistieron a la inauguración. La mirada del otro, organizada por el Cabildo Catedral y la Fundación El Monte, estará abierta hasta el 26 de noviembre. El Giraldillo, una escultura de 1.500 kilos y 3,40 metros, obra de Bartolomé Morel, que representa una alegoría de la Fe, se bajó al suelo el pasado día 19 por primera vez en 430 años. La veleta de Pepe Antonio Márquez es más ligera (1.300 kilos) al carecer de los parches que se habían ido acumulando en las sucesivas restauraciones del original. El arquitecto Francisco Barrionuevo, comisario de la muestra, ha diseñado una especie de plaza pública (entre las del Triunfo y Virgen de los Reyes) con un espacio protegido para el material complementario. En la "plaza", elevada 70 centímetros sobre el pavimento, están enfrentadas formando un pequeño ángulo ambas estatuas. Entre las dos figuras cruza una pasarela a la que se accede por una escalera. Así, el visitante podrá mirar a la cara de las dos esculturas, según mire a un lado o a otro. La muestra ofrece información histórica sobre el Giraldillo, sus cambios de apariencia: la restauración de 1684, la de 1770, con la sustitución del lábaro y la palma original, hasta la reparación de 1980, que permitió un conocimiento general de su fisonomía. También se informa de la elaboración de la réplica, cuya estructura de giro es de acero inoxidable en vez de hierro. 17 piezas del molde Pepe Antonio Márquez ha realizado la escultura a partir de un modelo de poliéster de 1981 que se dividió en varias piezas. "En la fundición se hizo un molde de caucho de silicona, que fue el negativo y sobre la silicona se reprodujo el positivo en cera", explicó. Se elaboraron 17 piezas en total que fueron modeladas en cera como si fueran de barro. Las dos manos del nuevo Giraldillo son nuevas, ya que de la mano derecha del original sólo quedaba el dedo índice y la última falange del meñique, mientras que la izquierda había desaparecido. Con la referencia del pie derecho se ha hecho el izquierdo, que también le faltaba a la veleta vieja. También se ha modificado un ángel situado en la parte superior. El 20 de diciembre, si las condiciones metereológicas lo permiten, la nueva veleta se colocará en la Giralda, mientras la vieja se trasladará al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, donde será examinada por los técnicos. Aunque hasta ahora el Cabildo ha mantenido que la sustitución era temporal -por imposición de la comisión de patrimonio de la Consejería de Cultura- y se calculaba un periodo de cuatro años para reponer al original en la torre, se empieza a dar como probable que tal vez la veleta de Morel no vuelva a subir. La decisión está en manos de los técnicos de la Junta. "Ellos serán los que decidan si se deja la copia sobre la Giralda o se iza el primitivo", comentó el arzobispo, Carlos Amigo, el pasado día 19 durante la operación de descenso del Giraldillo.

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