Cartas al director

Eslovenia y Cataluña

Leyendo la carta de Gemma M. Santiago, profesora de español en Liubliana, quisiera añadir que no sólo es el mundo cultural hispano-castellano el que actúa así. En 1982, cuando Eslovenia estaba todavía en Yugoslavia, me sorprendió encontrar en las librerías de Liubliana un libro de poesías del poeta catalán Miquel Martí Pol en edición bilingüe esloveno-catalán. Evidentemente, debió ser un gran esfuerzo económico hacer una tirada de estas características para Eslovenia, un país de las dimensiones de Euskadi. Pero se hizo. Nunca vi comentarios de ningún tipo en la prensa catalana sobre esta edici...

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Leyendo la carta de Gemma M. Santiago, profesora de español en Liubliana, quisiera añadir que no sólo es el mundo cultural hispano-castellano el que actúa así. En 1982, cuando Eslovenia estaba todavía en Yugoslavia, me sorprendió encontrar en las librerías de Liubliana un libro de poesías del poeta catalán Miquel Martí Pol en edición bilingüe esloveno-catalán. Evidentemente, debió ser un gran esfuerzo económico hacer una tirada de estas características para Eslovenia, un país de las dimensiones de Euskadi. Pero se hizo. Nunca vi comentarios de ningún tipo en la prensa catalana sobre esta edición eslovena de Martí Pol, y eso que la cubierta estaba adornada con una bandera catalana. Más recientemente, al constituirse departamentos de lenguas eslavas en nuestras facultades de Filología, Eslovenia siempre ha mostrado su interés para que haya algún tipo de estudio dedicado al mundo esloveno. Pero siempre ha sido en vano. Y es una lástima. Porque, por ejemplo, se podrían dar créditos sobre la historia conseguida de la normalización y normativización lingüística de un David alpino contra los Goliat vecinos (Italia, el mundo germánico y el pan(sud)eslavismo), a cargo de algún profesor de allí. Esto sería algo más propio de una universidad que dar créditos por bailes de salón. Pero acaso nuestra cultura ibérica se reduzca, como dice la profesora Gemma Santiago, a mirarnos el ombligo (si es autonómico, mejor), mientras que la eslovena tenga unos horizontes más amplios.-

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