La depuradora de Güeñes atiende ya a 11.000 vecinos

Los vertidos urbanos de 11.000 vecinos de las localidades vizcaínas de Zalla y Güeñes y los industriales de la Papelera de Aranguren -equivalentes a 34.000 personas- reciben tratamiento desde ayer con la nueva depuradora de Güeñes, inaugurada ya tras una inversión de 2.200 millones de pesetas. Esta infraestructura, que está complementada con dos redes de colectores, reducirá los problemas de contaminación del río Cadagua, que en esta zona presenta los mayores inconvenientes ambientales. El proyecto contempla una segunda fase con la construcción de otros dos colectores más, con lo que se atend...

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Los vertidos urbanos de 11.000 vecinos de las localidades vizcaínas de Zalla y Güeñes y los industriales de la Papelera de Aranguren -equivalentes a 34.000 personas- reciben tratamiento desde ayer con la nueva depuradora de Güeñes, inaugurada ya tras una inversión de 2.200 millones de pesetas. Esta infraestructura, que está complementada con dos redes de colectores, reducirá los problemas de contaminación del río Cadagua, que en esta zona presenta los mayores inconvenientes ambientales. El proyecto contempla una segunda fase con la construcción de otros dos colectores más, con lo que se atenderían las aguas residuales generadas por los municipios de Balmaseda y Gordexola. Ello supondría abarcar a una población cercana a los 29.000 habitantes. La diputada foral de Medio Ambiente, María Esther Solabarrieta, señaló que estos trabajos requerirán la inversión de otros 1.500 millones, aportados por la Diputación y los ayuntamientos de Zalla, Güeñes, Balmaseda y Gordexola. Estos cuatro municipios deberán sufragar el 25% del coste total, cantidad que repercutirá en el recibo del agua de los vecinos. En el acto de inauguración, el diputado general, Josu Bergara, calificó el proyecto como "la tercera gran obra de recuperación ambiental de Vizcaya". A su juicio, la primera fase realizada "cauteriza y clausura los principales focos de infección de las aguas" del Cadagua y aventuró que los trabajos pendientes se ejecutarán "antes de los plazos que señala la directiva europea de saneamiento de aguas". Las obras de saneamiento de esta comarca vizcaína se planificaron en 1990 con la redacción del plan director que proponía una solución en dos fases. En 1994 comenzaron las obras de la primera, con la construcción de la estación depuradora y dos colectores desde las localidades de Zalla y Güeñes. La depuradora recibirá al día 2.813 metros cúbicos de agua de vertidos urbanos y más de 16.300 procedentes de la industria. Las aguas residuales tendrán un tratamiento biológico avanzado en el que se llega a eliminar el nitrógeno.

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