EL DEBATE DEL ABORTO

Los teólogos progresistas reclaman el acercamiento de la Iglesia a la modernidad

La campaña condenatoria del aborto provoca las críticas de los pensadores cristianos

"La Iglesia perderá a las mujeres el siglo que viene si sigue así". Es un rotundo vaticinio que comparten la mayoría de los teólogos progresistas. "La Iglesia tendría que aceptar las relaciones sexuales sin tener hijos y perder el miedo al sexo. Ése sería el paso previo a la discusión del problema del aborto", añaden. Ante el debate de mañana en el Congreso, los teólogos progresistas y liberales hacen un llamamiento a la "prudencia" y a la "reflexión" de los diputados y dirigen a la jerarquía eclesiástica una petición de "acercamiento a los problemas sociales y de diálogo abierto con la socied...

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"La Iglesia perderá a las mujeres el siglo que viene si sigue así". Es un rotundo vaticinio que comparten la mayoría de los teólogos progresistas. "La Iglesia tendría que aceptar las relaciones sexuales sin tener hijos y perder el miedo al sexo. Ése sería el paso previo a la discusión del problema del aborto", añaden. Ante el debate de mañana en el Congreso, los teólogos progresistas y liberales hacen un llamamiento a la "prudencia" y a la "reflexión" de los diputados y dirigen a la jerarquía eclesiástica una petición de "acercamiento a los problemas sociales y de diálogo abierto con la sociedad".

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La Conferencia Episcopal ha calificado de "inmorales" las proposiciones de ley que se debatirán y ha puesto en duda su constitucionalidad. Los teólogos progresistas condenan la postura "autoritaria" de la jerarquía católica, a la que acusan de "eliminar la posibilidad de abrir un debate sobre este tema en el seno de la Iglesia", en palabras del pensador cristiano Enrique Miret Magdalena.La teología busca en estos momentos su lugar en una sociedad en continua transformación. El auge de la sectas y de las religiones alternativas obliga, según los teólogos más críticos, a replantear lo antes posible la función de la Iglesia de cara al siglo XXI.

"Las nuevas tecnologías, la globalización de la economía, el renacimiento de la religiosidad oriental en Europa, de las sectas o de las supersticiones, y el crecimiento de las injusticias sociales están cambiando el mundo. Ni los teólogos tradicionales ni la Iglesia pueden permanecer por más tiempo alejados de esto, comportándose como meros observadores". Estas afirmaciones del otro teólogo, Juan José Tamayo, resumen la principal preocupación de los pensadores más progresistas del cristianismo, y de ahí parte la mayor parte de sus reflexiones sobre cuestiones tan cercanas a la sociedad actual como el aborto, el divorcio, la sexualidad, la planificación familiar, la marginación de la mujer, la pobreza o la inmigración.

Estos intelectuales críticos reivindican la recuperación del espíritu aperturista y renovador del Concilio Vaticano II, del que, según opinan, se ha apartado la Iglesia en estos días. Recuerdan con nostalgia la gran revolución que entonces, hace 30 años, provocó Juan XXIII, aunque fue frenada posteriormente por Pablo VI y Juan Pablo II.

Los teólogos críticos consideran que la jerarquía católica promueve en la actualidad una teología dogmática y que, cuanto más se afirma la Iglesia en su conservadurismo, más movimientos críticos surgen, desde la teología de la liberación, la teología política o la feminista. La explicación de que no se escuchen en conferencias o en los medios de comunicación más voces críticas de teólogos, según Tamayo, es "el miedo y la prudencia a hacer públicos sus planteamientos, puesto que muchas de esas personas son funcionarios de la Iglesia, que tienen que acatar sus orientaciones".

Éstos son algunos de los representantes más destacados de la teología crítica.

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