Persisten las discrepancias entre los expertos, un año después de la vacunación masiva contra la meningitis

Un año ha transcurrido desde el inicio de la campaña de vacunación masiva contra la meningitis en Euskadi. La vecina Navarra fue entonces una de las tres comunidades autónomas españolas que decidieron no realizar una inoculación generalizada. Ahora, los responsables sanitarios tanto vascos como navarros siguen defendiendo las posiciones que mantuvieron entonces. Ambos sostienen, cada uno con sus respectivos datos en la mano, que su decisión fue la correcta. Lo cierto es que este año en ambas comunidades se han detectado muchos menos casos de meningitis que el anterior.

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Un año ha transcurrido desde el inicio de la campaña de vacunación masiva contra la meningitis en Euskadi. La vecina Navarra fue entonces una de las tres comunidades autónomas españolas que decidieron no realizar una inoculación generalizada. Ahora, los responsables sanitarios tanto vascos como navarros siguen defendiendo las posiciones que mantuvieron entonces. Ambos sostienen, cada uno con sus respectivos datos en la mano, que su decisión fue la correcta. Lo cierto es que este año en ambas comunidades se han detectado muchos menos casos de meningitis que el anterior.

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En lo que va de año, 55 personas han contraído meningitis en el País Vasco. Lo que significa una tasa de 2,62 enfermos por cada 100.000 habitantes. Durante el mismo periodo, en Navarra -cuya población es cuatro veces menor a la de la comunidad autónoma vasca- se han dado diez casos. Pese a no haber realizado una campaña de vacunación, la incidencia de la enfermedad en su conjunto fue menor que en el País Vasco: el 1,92 casos por cada 100.000 navarros. Fuentes del Departamento vasco de Sanidad recalcan que la vacunación ha sido uno de los factores que ha contribuido al descenso registrado. Aunque también reconocen que, según los epidemiólogos, todo apunta a que esta enfermedad, que evoluciona en ciclos, ha entrado en una fase descendente. En cambio, un portavoz de la consejería navarra de Sanidad apunta que los hechos han confirmado la tesis que les llevó a no vacunar: que los beneficios de una inoculación masiva no merecían el esfuerzo logístico, humano y económico que implicaba. La campaña completa en Navarra hubiese costado 60 millones de pesetas. Y, visto lo ocurrido, sólo hubiese evitado cinco casos de enfermedad y ninguna muerte. El resto de los afectados en Navarra no hubiera sido vacunado por ser demasiado jóvenes o demasiado mayores. En la actualidad, tan sólo existe vacuna contra dos tipos de meningitis: la A y la C. El fuerte aumento del C fue el que desató a comienzos de 1997 una fuerte alarma social y propició la decisión de los responsables sanitarios de toda España -menos Navarra, Andalucía y Canarias- de vacunar a todas las personas entre 18 meses y 20 años. De los 55 casos habidos este año en Euskadi, sólo en seis de ellos afectaron a personas del colectivo al que se recomendó que se vacunara. Murió uno de ellos, un bebé de 20 meses a quien sus padres habían decidido no vacunar, según fuentes de la consejería de Sanidad. Las otras dos víctimas mortales de la meningitis C en la comunidad autónoma vasca fueron dos personas ancianas. También era un anciano, de 87 años, la única víctima mortal habida en Navarra. En ninguna de estas comunidades se han detectado casos de la meningitis A. No obstante, los médicos no han podido confirmar qué tipo de meningococo atacó a 11 de los enfermos vascos y aún quedan dos casos pendientes de posteriores análisis, según el balance del departamento. Cabe la posibilidad de que las cifras globales sean algo sesgadas, porque algunos de los casos indeterminados pueden ser de un tipo que se puede prevenir. En Navarra, en cambio, los técnicos han determinado en todos los casos a cuál de los tipos de meningococo se debía la enfermedad. Desde Sanidad del Gobierno vasco se argumenta que también se ha dado algún caso difícilmente previsible, como el de un niño británico de 14 años que viajó al interior de Guipúzcoa para pasar el verano y tuvo la mala suerte de contraer la la enfermedad. El adolescente se recuperó. Otra de las afectadas vascas fue una niña de cuatro años que tampoco había sido vacunada, en este caso, por decisión familiar.

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