Hacienda destapa una trama empresarial que ha defraudado 3.300 millones

La Agencia Tributaria investiga a un total de nueve empresas, radicadas en Madrid y otras provincias de España, supuestamente implicadas en un fraude fiscal que, en sólo tres años, ha superado los 3.300 millones de pesetas.Las industrias investigadas, entre las que se hallan Osures S.L., Tinco Metales e Hispametal 2000, se dedican a la importación y/o compraventa de metales no férreos (niquel, cobre, estaño...). Según las pesquisas, algunas de esas industrias adquieren los metales en Holanda, a través de operadores del Reino Unido, y luego los venden a empresas españolas.

El supuesto fr...

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La Agencia Tributaria investiga a un total de nueve empresas, radicadas en Madrid y otras provincias de España, supuestamente implicadas en un fraude fiscal que, en sólo tres años, ha superado los 3.300 millones de pesetas.Las industrias investigadas, entre las que se hallan Osures S.L., Tinco Metales e Hispametal 2000, se dedican a la importación y/o compraventa de metales no férreos (niquel, cobre, estaño...). Según las pesquisas, algunas de esas industrias adquieren los metales en Holanda, a través de operadores del Reino Unido, y luego los venden a empresas españolas.

El supuesto fraude se produce en el momento de las ventas: las empresas emiten facturas y cobran el preceptivo 16% de IVA, pero luego no abonan ese dinero al tesoro público, lo que constituye un grave delito fiscal.

El hecho de repercutir el IVA a los clientes y quedárselo, permite además a estas empresas abaratar sustancialmente el precio de sus productos, lo que se deriva en una mayor bolsa de clientes y, en consecuencia, infringe la libre y leal competencia del mercado.

Hacienda sospecha que existen vínculos y connivencias entre la mayoría de las empresas que integran esta trama. Detrás de algunas de ellas aparecen los mismos nombres y responsables.

La actividad comercial de estas industrias no es baladí: entre los años 1994 y 1997 facturaron por valor 21.000 millones de pesetas. Esta facturación, siempre según los investigadores de la Agencia Tributaria, ha generado un IVA repercutido y no ingresado al erario público superior a los 3.300 millones de pesetas.

En general, indica Hacienda en un informe, se trata de empresas en las que resulta complicado localizar e identificar a sus máximos y auténticos responsables.Y ello es así porque operan durante periodos cortos de tiempo y reaparecen meses más tarde con nombres distintos y en lugares diferentes. "Son empresas que resultan ilocalizables", subraya el informe.

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