Los inversores extranjeros lamentan la falta de especialización técnica de la mano de obra vasca

Los inversores extranjeros en Euskadi echan de menos "la especialización técnica de la mano de obra". Una carencia, que de acuerdo con una encuesta realizada por KPMG para la Sociedad para la Reconversión Industrial (Spri), se debe a que "el tejido empresarial vasco no está suficientemente desarrollado para que exista una demanda de productos de alto valor añadido". Además, los inversores foráneos dicen recibir "escaso apoyo del Gobierno" y un "trato discriminatorio frente a las empresas de capital local", especialmente frente a las pymes.

El estudio de la Spri, titulado Inversión extra...

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Los inversores extranjeros en Euskadi echan de menos "la especialización técnica de la mano de obra". Una carencia, que de acuerdo con una encuesta realizada por KPMG para la Sociedad para la Reconversión Industrial (Spri), se debe a que "el tejido empresarial vasco no está suficientemente desarrollado para que exista una demanda de productos de alto valor añadido". Además, los inversores foráneos dicen recibir "escaso apoyo del Gobierno" y un "trato discriminatorio frente a las empresas de capital local", especialmente frente a las pymes.

El estudio de la Spri, titulado Inversión extranjera en Euskadi, que abarca una década, ha considerado un universo muestral de más de 640 empresas extranjeras, de las cuales 60, procedentes de 14 países, han respondido a la encuesta. Una de las conclusiones del informe es que en la última década la Inversión Directa Extranjera (IDE) en Euskadi ha crecido a un ritmo muy superior que en otros periodos. Entre los inversores predominan los capitales alemanes, franceses, italianos y norteamericanos. El tipo de actividades que desarrollan las empresas extranjeras requieren mano de obra más barata que la de sus países de origen. Además, toda el área de Investigación y Desarrollo (I+D) no se traslada a Euskadi, sino que se mantiene en la casa matriz. Estas inversiones aportan esencialmente al tejido industrial vasco una cultura empresarial distinta con una filosofía centrada en la calidad y la eficiencia. "Poca sensibilidad" Las administraciones vascas no salen tampoco muy bien paradas en el estudio. Las empresas foráneas consideran que hay escaso contacto con entidades públicas y pocos apoyos al capital extranjero. Esta "poca sensibilidad del Gobierno" se pone de manifiesto en lo que los encuestados llaman un "trato discriminatorio frente a las empresas de capital local". Una afirmación que se hace especialmente evidente en el caso de las ayudas para pymes (pequeñas y medianas empresas), que no son iguales para las filiales que tienen una dimensión similar. Las empresas extranjeras que optan por el País Vasco como destino inversor, en competencia con Cataluña y Madrid, tienen por objetivo abastecer al mercado español o del sur de Europa, ya que el tejido empresarial vasco no "está suficientemente desarrollado para que exista una demanda de productos de alto valor añadido. Si se ponen en una balanza los factores diferenciales positivos y negativos de atracción al capital extranjero, Euskadi sería un lugar donde invertir no sería ni fácil ni apropiado. Entre los elementos positivos que llevan a los grupos extranjeros a invertir en el País Vasco destacan la capacidad de los recursos humanos para adaptarse a nuevas situaciones, la creatividad de los trabajadores, la disposición a la colaboración entre empresas, la competitividad en costes de mano de obra, los buenos precios de las empresas logísticas, las ayudas fiscales y las infraestructuras tecnológicas, unas ventajas que se nublan ante las carencias estructurales. Uno de los factores más destacados, frente al continuo bombardeo sobre la buena formación en Euskadi, es la carencia de una mano de obra cualificada, lo que lleva a que no se puedan desarrollar sectores de tecnología avanzada, factor al que hay que sumar el desconocimiento de idiomas. Las infraestructuras tampoco responden al tirón inversor: la red ferroviaria es deficiente y cara, los puertos son caros, así como el suelo industrial. Tecnológicamente Euskadi tampoco responde a los tiempos que corren. Aunque existen muchas empresas de informática y una infraestructura técnica, los servicios no son buenos. Además, no se ha sabido crear una imagen de tecnología y calidad, "pese a tenerla". "La percepción de los mercados externos sobre el producto vasco es que es en general más barato y no se valora tanto la capacidad tecnológica o técnica", asegura el texto. La imagen del empresariado vasco tampoco sale muy bien parada en el trabajo de la Spri. Su labor se centra en la producción y tiene abandonadas las tareas comerciales: "Se necesita una mayor agresividad comercial para abrir mercados exteriores para estar presentes y ser considerados en el exterior". En definitiva, y como afirma el trabajo, el empresariado vasco adolece de ser excesivamente "cerrado".

Un incremento de facturación y plantillas

El 61% de las empresas extranjeras implantadas en Euskadi espera tener un aumento de plantilla para el ejercicio de 1999, según el estudio de la Spri Inversión extranjera en Euskadi. El texto agrega que el 55% de estas empresas espera incrementar su facturación en un 14% durante este ejercicio y otro 13% en 1999. La evolución de las plantillas en estas com,pañías ha mostrado una tendencia mayoritaria al mantenimiento del empleo, aunque desde 1995 se aprecia un aumento, que se repetirá este año y el que viene. Las implantaciones se han ejecutado bajo tres modelos: por compra de una empresa ya existente (34%), nueva instalación (29%) y participación en el capital de una empresa ya en funcionamiento (24%). El informe señala que ello evidencia que "los extranjeros no confían tanto en la empresa vasca como socio para embarcarse conjuntamente en aventuras empresariales, aunque sí valora como oportunidad de negocio los activos disponibles". En el periodo 1985-95 se produjeron las principales implantaciones extranjeras en Euskadi, con el 42% de la muestra. Por lo que respecta a los últimos cuatro años, ha sido importante el ritmo de implantación, con el 18% del total y sólo un 6% de las empresas encuestadas lleva trabajando en el País Vasco más de 38 años. El perfil tipo de la empresa implantada en Euskadi es el de una firma que lleva funcionando menos de 13 años, de capital europeo (el 78%), que se ha instalado a través de la compra de una compañía ya existente o mediante la creación de una totalmente nueva, que se dedica al sector industrial (metalúrgico, productos mecánicos, maquinaria, química,...) o al de servicios. La plantilla media es superior a la de la empresa vasca y casi el 100% de los trabajadores son ciudadanos españoles. El 72% de las inversiones extranjeras en Euskadi no supera los 300 millones de pesetas, por lo que predominan las inversiones pequeñas o medianas. Una quinta parte de las sociedades han invertido más de 500 millones, y el 50% de ellas lo ha hecho durante los últimos seis años. Este dato, según el estudio realizado por la SPRI, "constata la buena evolución de la atracción de inversión extranjera en los últimos años".

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