De trámite
La esencia de la fiesta es la lucha entre el hombre y el toro, el triunfo de la inteligencia sobre la fuerza que emanan de la tierra y pretenden dominarnos, evolución viva de la tragedia griega. Imposible un minuto de descanso ante un espectáculo tan grandioso. Sin embargo, la grandeza se hace indiferencia y la lucha por la existencia se rebaja y trivializa. Ésta es la mayor barbaridad que ha conseguido el sistema que rige la fiesta: que lo irrenunciable sea trivial y que se vacíe de contenido un guión escrito entre la vida y la muerte.
Ayer pasó poco en la corrida de Málaga. Solamen...
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La esencia de la fiesta es la lucha entre el hombre y el toro, el triunfo de la inteligencia sobre la fuerza que emanan de la tierra y pretenden dominarnos, evolución viva de la tragedia griega. Imposible un minuto de descanso ante un espectáculo tan grandioso. Sin embargo, la grandeza se hace indiferencia y la lucha por la existencia se rebaja y trivializa. Ésta es la mayor barbaridad que ha conseguido el sistema que rige la fiesta: que lo irrenunciable sea trivial y que se vacíe de contenido un guión escrito entre la vida y la muerte.
Ayer pasó poco en la corrida de Málaga. Solamente destacaron tres momentos protagonizados por cada uno de los novilleros: un farol de rodilla con el que López Chaves inició la faena del cuarto toro, el toreo de capa de Vilariño, lento y apuesto, al quinto y la conjugación de figura y finura de Víctor de la Serna en algunos momentos de su faena al tercero.
Plata / Chaves, Vilariño, Serna
Cinco novillos de la ganadería de la Plata, sosos y con poca fuerza. El 3º inválido, fue sustituido por uno de Gabriel Rojas. López Chaves: orejas y saludos. David Vilariño: saludos y oreja. Víctor de la Serna: saludos y silencio. Plaza de la Malagueta, 15 de agosto. 1ª corrida de la feria, cuarto de entrada.
Lo demás, de trámite.