Las firmas de automóviles aceptan fabricar modelos menos contaminantes

El acuerdo alcanzado con la Comisión Europea prevé también reducir el consumo

Los coches que se matriculen en Europa dentro de siete años sólo se parecerán a los que circulan hoy en el chasis y su aspecto formal exterior. Pero su mecánica integrará dispositivos tan novedosos que ni siquiera están desarrollados aún. La Comisión Europea ha pactado con los fabricantes que reduzcan drásticamente las emisiones contaminantes y el consumo. Con la amenaza de una directiva unilateral, todos los fabricantes, incluido Porsche, se han comprometido además a crear para el año 2000 un modelo que consuma sólo 4,9 litros cada 100 kilómetros y emita menos gases nocivos.

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Los coches que se matriculen en Europa dentro de siete años sólo se parecerán a los que circulan hoy en el chasis y su aspecto formal exterior. Pero su mecánica integrará dispositivos tan novedosos que ni siquiera están desarrollados aún. La Comisión Europea ha pactado con los fabricantes que reduzcan drásticamente las emisiones contaminantes y el consumo. Con la amenaza de una directiva unilateral, todos los fabricantes, incluido Porsche, se han comprometido además a crear para el año 2000 un modelo que consuma sólo 4,9 litros cada 100 kilómetros y emita menos gases nocivos.

El pacto que han suscrito en Bruselas la Asociación Europea de Constructores de Automóviles (ACEA) y la Comisión Europea marca un hito en las negociaciones entre el sector industrial y el Ejecutivo de la UE, empeñado en reducir las emisiones nocivas de los vehículos.Las pretensiones de la Comisión eran elevadas. Quería disminuir la media actual de gases contaminantes (situada en 186 gramos por kilómetro) a sólo 120 gramos para el año 2005; recoger tal obligación en una directiva y aplicar incentivos fiscales a los vehículos que menos contaminen. Para los turismos pretendía reducir drásticamente su consumo de carburante, la vía para atenuar las emisiones de anhídrico carbónico (CO2) que agravan al efecto invernadero y el cambio climático.

Los fabricantes pedían no ir tan deprisa. La ACEA proponía retrasar hasta el 2008 la comercialización de vehículos con un consumo de 5,7 litros por kilómetro (ahora la media es de 7,61 litros) y reducir los gases contaminantes (óxido de nitrógeno, monóxido de carbono, azufre...) a 140 gramos por kilómetro (desde los 186 actuales).

En el debate planteaban el dilema al que se enfrenta un vendedor cuando tiene enfrente a un posible cliente. A éste le gusta el que mejores prestaciones tiene, con todos los dispositivos de seguridad a su alcance; y aire acondicionado, frenos ABS... Todos estos elementos incrementan el peso del vehículo; y a mayor peso, más consumo, más emisiones.

La contradicción entre comodidad y seguridad, de un lado, y menos consumo de carburante y menos emisiones de gases, de otro, ha quedado en tablas. Para el año 2005, todos los fabricantes se han comprometido a que la media de emisiones de los vehículos no sea superior a los 140 gramos por kilómetro, un 25% menos que los niveles de emisiones en 1995; y el consumo de carburante será de 6 litros de gasolina o 5,3 de gasóleo cada 100 kilómetros.

Los fabricantes han incluido también una oferta extraordinariamente novedosa. Todas las marcas, incluidas las de altas prestaciones como Porsche, BMW o Mercedes, sacarán al mercado para el año 2000 un modelo que sólo emita 120 gramos por kilómetro y consuma 4,9 litros.

Para lograr estas reducciones, la industria se tendrá que poner las pilas a la hora de mejorar la mecánica del coche. Desde luego, los bajos consumos -menos emisiones de CO2- sólo se alcanzarán con vehículos pequeños, que pesen poco; mientras que el descenso de gases nocivos es cuestión de tecnología, de modificar los catalizadores para que filtren y retengan el azufre, el óxido de nitrógeno y el monóxido de carbono.

Etiqueta de consumo

También se tendrán que modificar los mecanismos de combustión, mediante la aplicación de la denominada mezcla pobre (más proporción de aire al contactar con el carburante) y la inyección directa. Los carburantes tendrán que ser de mejor calidad que los actuales.La Comisión ha anunciado su intención de preparar una norma en septiembre para obligar a los coches a llevar detector de emisiones y una etiqueta indicativa del consumo de carburantes. Los fabricantes consideran que el acuerdo impone fuertes inversiones, según Carlos Mataix, director ténico de la asociación de fabricantes españoles (ANFAC). Pero los ecologistas europeos agrupados en la Oficina Europea del Medio Ambiente creen que así no se podrán reducir un 8% las emisiones de CO2 pactadas en Kioto para el año 2008.

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