Los científicos ya no creen necesario eliminar el virus para controlar el sida

Los investigadores empieza a acorralar los santuarios del VIH

ENVIADA ESPECIALLos fármacos que revolucionaron el tratamiento del sida hace dos años no han conseguido eliminar el virus del organismo, pero quizá esto último no sea tan imprescindible como se creía. Algunos pacientes que han abandonado sus terapias porque les resultaban tóxicas están ganando el pulso a sus virus residuales a base de su propio sistema inmunológico, según contaron ayer científicos de primera línea en la XII cumbre mundial del sida que se celebra en Ginebra.

Por ahora, la erradicación del VIH "no es ni una realidad, ni una posibilidad", dijeron los investigadores. La cla...

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ENVIADA ESPECIALLos fármacos que revolucionaron el tratamiento del sida hace dos años no han conseguido eliminar el virus del organismo, pero quizá esto último no sea tan imprescindible como se creía. Algunos pacientes que han abandonado sus terapias porque les resultaban tóxicas están ganando el pulso a sus virus residuales a base de su propio sistema inmunológico, según contaron ayer científicos de primera línea en la XII cumbre mundial del sida que se celebra en Ginebra.

Por ahora, la erradicación del VIH "no es ni una realidad, ni una posibilidad", dijeron los investigadores. La clave está en reducir al mínimo las células en las que se encallan al principio del contagio. A los pacientes no les importa ir despacio mientras el tren se siga moviendo. "Yo puedo ser todavía un poco pro-virus mientras sepa que ya no me voy a morir de sida", ironizó un paciente y activista estadounidense.

La anterior cumbre de Vancouver devolvió la vida a muchos enfermos de sida en fase crítica, pero les dejó en penitencia la obligación de tomar hasta 10 pastillas diarias durante el resto de su vida. Algunos no toleran estos regímenes con cierta toxicidad, y para otros se crean resistencias. Los estudios realizados durante el pasado año han revelado que el VIH sigue replicándose en sus pequeños santuarios aunque se consiga destruirlo en la sangre. El virus se instala en unas células memoria en las primeras etapas de la infección y no se puede evitar ni con las más precoz y agresiva terapia.

Fauci y Ho

En combatir estos reservorios están trabajando, entre otros, Anthony Fauci, director del Centro para el Control de Enfermedades Infecciosas (EEUU), y David Ho, investigador del Aaron Diamond de Nueva York . Los primeros resultados obtenidos ya muestran dos fenómenos: que las terapias muy precoces, aunque no evitan que el virus anide, sí reducen el número de células donde lo hace. En segundo lugar, ayuda a preservar un grupo intacto de células capaces de reconstruir el sistema inmunológico, según ha desmostrado el grupo de Ho.La pregunta que ayer se hacía Fauci es si se puede purgar el virus de ese reducto de células infectadas y así erradicarlo. "La información que tenemos me hace dudar que sea posible e, incluso, que sea necesario", dijo. Y se explicó. Su grupo lo ha intentado en laboratorio con muestras de pacientes, encontrándose con que siempre queda un virus residual imposible de eliminar. No descarta que repitiendo la experiencia de forma intensiva acaben con él, aunque los derroteros van por otro sitio. "Debemos apartarnos del concepto de tener que eliminar el virus. Lo fundamental es contener a los reservorios", dijo. Ho ha iniciado una línea de trabajo para medir cómo y a què velocidad van desapareciendo estos reservorios. Fauci fue el primero que ayer habló de los casos de pacientes que habiendo suspendido sus terapias tras dos años con niveles indetectables de virus y, por tanto, sin desarrollar la enfermedad, siguen en las mismas condiciones. La hipótesis es que su propio sistema inmunológico les permite contrarrestar el pequeño nivel de replicación viral que subsiste. Pero Fauci fue prudente: "No existe ninguna evidencia clínica en estos momentos de que se puedan suspender los tratamientos".

El término erradicación en el caso del sida implica una revolución. El VIH es un retrovirus y ninguno ha podido ser erradicado de los organismos que invade, integrándose hasta en su material genético. Permanecen latentes, aunque sin provocar enfermedad, como tambien sucede con otro tipo muy conocido de virus, el herpes. Quizá sea el destino final de un virus que aterroriza a la sociedad de finales de siglo.

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