El Gobierno abre una vía para la acogida por primera vez de inmigrantes argelinos

Los ministerios de Interior y Trabajo, junto a dos redes de ONG españolas, han dado un salto cualitativo al establecer un sistema de acogida para inmigrantes argelinos. Será la primera vez que las organizaciones reciban a inmigrantes de este país, ya que sus posibilidades se limitaban a subsaharianos. La asociación Cardijn de Cádiz ha sido pionera y alberga ya a 15 argelinos. Otras dos entidades vinculadas a la iglesia católica acogen a 18 más en Madrid y Valencia.

"Estamos ante un hito muy importante", afirma Gabriel Delgado, delegado episcopal de migraciones del Obispado de Cádiz, "pu...

Los ministerios de Interior y Trabajo, junto a dos redes de ONG españolas, han dado un salto cualitativo al establecer un sistema de acogida para inmigrantes argelinos. Será la primera vez que las organizaciones reciban a inmigrantes de este país, ya que sus posibilidades se limitaban a subsaharianos. La asociación Cardijn de Cádiz ha sido pionera y alberga ya a 15 argelinos. Otras dos entidades vinculadas a la iglesia católica acogen a 18 más en Madrid y Valencia.

"Estamos ante un hito muy importante", afirma Gabriel Delgado, delegado episcopal de migraciones del Obispado de Cádiz, "pues con esta autorización se acaba con la marginación y el tratamiento discriminatorio que recibían los argelinos frente a otros africanos". Estos ciudadanos, una vez que entreguen en el consulado argelino de Madrid su partida de nacimiento y un certificado penal, dispondrán de pasaporte, de permiso de residencia en cualquier punto del país e incluso contarán con el permiso necesario para trabajar en cualquier sector. Esta medida es excepcional, pues la práctica habitual es que los inmigrantes que llegan a España lo hagan a través de cupos en los que se establecen rigurosos destinos laborales. En cualquier caso, la complicada situación que atraviesa la población argelina justifica la medida. Delgado, que desarrolla una labor intensa al frente de los colectivos sociales que trabajan a favor de los inmigrantes y coordina tareas de ayuda humanitaria en los campamentos de Ceuta y Melilla, asegura que en estas ciudades hay al menos 300 argelinos a la espera de una solución. "Son gente joven que huyen de su país porque van a ser reclutados y eso les conduce a una muerte cierta", explica. "Por un lado no ha habido colectivos sociales que los hayan reclamado; todos los esfuerzos se han centrado en los subsaharianos. Y, por otra parte, no sé porqué tenemos criminalizados a determinado tipo de gente según de dónde proceda". Servicio militar De hecho, entre los criterios establecidos por el Gobierno para coger a argelinos figura la posibilidad de que se trate de jóvenes que están a la espera de ser llamados para su incorporación al servicio militar o de personas que hayan participado ya en el conflicto bélico. Las presiones o amenazas de los integristas es otro de los argumentos para permitir el acceso, así como su procedencia de las zonas donde se desarrolla el conflicto. También podrán reclamarse a argelinos cuyas familias hayan sido objetos de atentados de los fundamentalistas e, incluso, en los casos en que existe algún temor de que lo pueden ser. La salud es otra de las posibilidades para acogerse a estas medidas excepcionales. Los inmigrantes acogidos en Cádiz permanecerán al cargo de Cardijn durante cuatro meses. En ese periodo, en el que pernoctarán en viviendas de la asociación y en casas particulares de colaboradores, los voluntarios los instruirán en distintas materias que van desde el castellano hasta nociones legales básicas. En esta ocasión, la Junta de Andalucía, a través de la Delegación de Trabajo, va a colaborar permitiendo la integración de los inmigrantes en unos módulos de formación ocupacional de albañilería, que les proporcionará un diploma oficial. La administración autonómica está estudiando incluir en un programa de beneficios fiscales a aquellas empresas andaluzas que contraten a estos inmigrantes. "Lo importante es que pasado un tiempo tengan los conocimientos suficientes para moverse con soltura por España y para que puedan aspirar a encontrar un trabajo digno, que es el único modo para integrarse en la sociedad", dice Delgado. Los responsables de Cardijn esperan que el programa que ahora se inicia tenga continuidad. "Creemos que la intención del gobierno es que al menos los 100 argelinos que están en el campamento de Ceuta", concluye.