El Govern balear se muestra inflexible en el conflicto con los pescadores alicantinos

El conflicto entre los pescadores alicantinos y el Govern balear por la reducción de las horas de pesca permitidas en los caladeros de las islas se mantiene abierto. Los máximos responsables de pesca del Govern y la Generalitat valenciana se reunieron ayer en el Ministerio del ramo, pero apenas acordaron la posibilidad de instalar cajas azules en los barcos, un sistema de localización vía satélite que permite identificar la posición de cada pesquero en cualquier momento. La reunión fue aplazada hasta la próxima semana sin mayores avances.

La orden de pesca decretada por las autoridades ...

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El conflicto entre los pescadores alicantinos y el Govern balear por la reducción de las horas de pesca permitidas en los caladeros de las islas se mantiene abierto. Los máximos responsables de pesca del Govern y la Generalitat valenciana se reunieron ayer en el Ministerio del ramo, pero apenas acordaron la posibilidad de instalar cajas azules en los barcos, un sistema de localización vía satélite que permite identificar la posición de cada pesquero en cualquier momento. La reunión fue aplazada hasta la próxima semana sin mayores avances.

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La orden de pesca decretada por las autoridades isleñas reduce el tiempo de pesca en una hora respecto a la normativa nacional. De esta forma, los barcos que faenan en la isla deben volver al puerto 13 horas después de haber zarpado. Para los 120 pesqueros alicantinos, el tiempo real de pesca queda reducido así a poco más de ocho horas porque tienen que navegar como mínimo otras cinco para llegar a los caladeros, que están situados a unas 12 millas de la costa y a 150 metros de profundidad. "En resumen: una primera toma de contacto y nada más. Seguiremos hablando". El consejero de Agricultura del Govern balear, José Juan Cardona, del PP, se expresó ayer así, como un diplomático internacional a la salida de una infructuosa cita para lograr un armisticio o cerrar un viejo conflicto de fronteras. Así ponderó los resultados del primer encuentro que los directores generales de Pesca de Baleares y la Comunidad Valenciana. Estos políticos de segundo nivel mantuvieron en el Ministerio de Agricultura un reunión negociadora infructuosa para intentar solventar la huelga de protesta que más de 120 embarcaciones de los pescadores de Alicante mantienen contra la normativa balear que regula los horarios de arrastre en los caladeros de Ibiza y Formentera. El político insular minimizó, por otra parte, el impacto de la huelga en el mercado, por la retirada del aporte de gamba que efectuaban los pesqueros alicantinos en las lonjas de Ibiza. "Ellos solo vendían una parte de las capturas y se reservaban siempre la mayor porción para atender la demanda en sus puertos, donde la cotización es mucho mayor", observa. Baleares no es autosuficiente para atender la demanda de pescado, sólo en el mar cercano se captura el 25% de lo consumido por la población y turistas. "Quiero repetir", afirmó por otra parte el consejero, "que es imposible que retiremos los más de 140 expedientes de sanción que hemos impuesto a los gamberos alicantinos. Ellos lo saben y la comunidad vecina también. Han infringido una norma legal que tampoco vamos a retirar, no es factible ni se negocia: es también imposible. La cuestión central radica en los horarios efectivos de pesca en los caladeros". La única propuesta común surgida de la reunión bilateral fue la posible instalación de cajas azules a bordo de los barcos. Juan Cardona dijo que "este es uno de los puntos que tenemos interés en asumir, porque las cajas azules en los barcos de pesca de Baleares y Alicante -una vieja aspiración nuestra- nos ayudarán a controlar desde una pantalla y a través de los satélites la situación en tiempo real de todos los pesqueros".

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