Hermoso: "Hay más caballos que 'Cagancho"
La tarde se iba y con ella los deseos del tendido de volver a disfrutar con Cagancho. « Lo único que he podido hacer es ponerme en el camino del toro. Iba con la cara alta y era imposible llevarlo toreado», dice Pablo Hermoso en referencia a su primer astado. Llegaron las colleras y de su mano un descubrimiento: Aldebarán. Un caballo pura sangre árabe que dio a su jinete lo que ansiaba: la segunda puerta grande de la feria. «Ha quedado claro que estoy preparado para poder sustituir a Cagancho», dice. «La apuesta era fuerte. Dos tardes en Madrid. Tenía la disposición y vi el momento. Al fin...
La tarde se iba y con ella los deseos del tendido de volver a disfrutar con Cagancho. « Lo único que he podido hacer es ponerme en el camino del toro. Iba con la cara alta y era imposible llevarlo toreado», dice Pablo Hermoso en referencia a su primer astado. Llegaron las colleras y de su mano un descubrimiento: Aldebarán. Un caballo pura sangre árabe que dio a su jinete lo que ansiaba: la segunda puerta grande de la feria. «Ha quedado claro que estoy preparado para poder sustituir a Cagancho», dice. «La apuesta era fuerte. Dos tardes en Madrid. Tenía la disposición y vi el momento. Al final, han salido las cosas».
Hubo más nombres a retener. El que los dicta ahora es Antonio Domecq que -«lástima de rejón de muerte», dice- opositó con ganas para quedarse con las orejas de su primero. Óleo y Hortelano . «Son caballos nuevos y tenía mis dudas. Pero han estado en la línea con las banderillas. Y eso que el toro, noble pero distraído, tenía muchas difultades», comenta. A final, tres nombres: Aldebarán, Óleo y Hortelano. Por un día, Cagancho no fue la estrella.