Gestión por los suelos

La estrella de Sergio Marqués declina precisamente cuando Francisco Álvarez Cascos parece tener bien atada la solución a los dos grandes problemas de Asturias: la siderurgia, con la venta de Aceralia a la multinacional luxemburguesa Arbed, y la minería, con un generoso plan de jubilaciones y de reconversión para Hunosa. Además, la inminente aprobación de fondos mineros supondrán una lluvia de millones en proyectos de infraestructura y reconversión industrial tras el sentimiento de abandono por parte de Madrid durante la era socialista.Ante este panorama, cuando puede cosechar en forma de votos...

La estrella de Sergio Marqués declina precisamente cuando Francisco Álvarez Cascos parece tener bien atada la solución a los dos grandes problemas de Asturias: la siderurgia, con la venta de Aceralia a la multinacional luxemburguesa Arbed, y la minería, con un generoso plan de jubilaciones y de reconversión para Hunosa. Además, la inminente aprobación de fondos mineros supondrán una lluvia de millones en proyectos de infraestructura y reconversión industrial tras el sentimiento de abandono por parte de Madrid durante la era socialista.Ante este panorama, cuando puede cosechar en forma de votos los resultados de una gestión beneficiosa, el conflicto interno amenaza con echarlo todo por tierra. Pero el PP se ve absorbido por la lucha entre los partidarios y los detractores de Marqués, a quien Cascos parece haber retirado su apoyo.

De forma palpable, el vicepresidente ha demostrado en sus frecuentes visitas que no cuenta con sus bendiciones. Así, en una reciente convención en Cangas de Onís, en la inauguración de los nuevos locales del partido en Gijón, en otra reunión en Oviedo..., no ha salido de sus labios ni una sola alabanza para Marqués.

Cascos incluso dijo en Gijón que no se puede gobernar a base de ocurrencias y en la visita de los Reyes, hace unos días, las inevitables coincidencias resultaban visiblemente embarazosas para ambos.

En la cita de Oviedo, con Cascos y el coordinador nacional, Ángel Acebes, Marqués fue un mero convidado de piedra en primera fila.