FERIA DE JEREZ

Guatepeor

Lo de Joselito es preocupante. No tiene perdón de Dios. Igualico, igualico que en Sevilla, de Guatemala a Guatepeor. Ni enseñó el capote y estuvo infame con la espada.Lo que son las cosas. Ha tenido que ser un toro sin picar para que Enrique Ponce se encontrara a gusto y relajado ofreciendo una de sus personales faenas. Estética, dominio y templanza no faltó, y el público enfervorecido, que antes había aplaudido que no lo picaran (¡qué horror!) se entregó. Este respetable es tan bueno, tan benevolente y tan alegre que vienen de la feria con el ánimo bien altito, y aplauden hasta un recorte en ...

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Lo de Joselito es preocupante. No tiene perdón de Dios. Igualico, igualico que en Sevilla, de Guatemala a Guatepeor. Ni enseñó el capote y estuvo infame con la espada.Lo que son las cosas. Ha tenido que ser un toro sin picar para que Enrique Ponce se encontrara a gusto y relajado ofreciendo una de sus personales faenas. Estética, dominio y templanza no faltó, y el público enfervorecido, que antes había aplaudido que no lo picaran (¡qué horror!) se entregó. Este respetable es tan bueno, tan benevolente y tan alegre que vienen de la feria con el ánimo bien altito, y aplauden hasta un recorte en el burladero. Ya Ponce varió la decoración con el sexto, al que no lo quiso ver con la capa y con la muleta pudo sólo sacarle algunos muletazos sueltos a un toro encastado entre el beneplácito del feriado público.

Romero / Joselito, Litri, Ponce Toros de Ana Romero, correctos de presentación, desigual de pitones, variado juego destacando 1º, 3º y 5º, justos de fuerza

Joselito: dos pinchazos y bajonazo (silencio con algunos pitos); seis pinchazos, estocada delantera, sartenazo (silencio tras un aviso). Miguel Báez Litri: estocada tendida baja (ovación); estocada tendida trasera (oreja). Enrique Ponce: media cruzada (dos orejas); estocada (oreja). Plaza de toros de Jerez. 15 de mayo. Segunda de abono. Sin llegar a tres cuartos de plaza.

Esforzado estuvo Litri ante un animal algo violento, que se quedaba parado. Y mejoró su labor con un bizco asticino que medio tomó un puyazo. Se ciñó en muletazos sobre la diestra y echándole sentimiento y aprovechando la alegría de este buen público puso colofón a una faena muy compuestita. Se le fue la mano al matar y la generosidad se hizo realidad.

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