El Prado liquida la herencia de Villaescusa para comprar un cuadro de Velázquez

Las 300 obras del Casón se expondrán en el antiguo MEAC durante dos años

El patronato del Museo del Prado ha decidido sacar a subasta pública los últimos bienes inmuebles de la herencia del abogado madrileño Manuel Villaescusa, fallecido en 1991, que nombró al museo como único heredero. La venta puede proporcionar unos 1.100 millones de pesetas, que serán destinados a la compra de una obra de arte. Los miembros del patronato estudian la oferta de un cuadro de Velázquez, San Pedro en lágrimas, de la etapa sevillana, que era desconocido hasta ahora. La adquisición puede coincidir con el Año Velázquez, que se celebrará en 1999.

El lienzo de Velázquez ...

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El patronato del Museo del Prado ha decidido sacar a subasta pública los últimos bienes inmuebles de la herencia del abogado madrileño Manuel Villaescusa, fallecido en 1991, que nombró al museo como único heredero. La venta puede proporcionar unos 1.100 millones de pesetas, que serán destinados a la compra de una obra de arte. Los miembros del patronato estudian la oferta de un cuadro de Velázquez, San Pedro en lágrimas, de la etapa sevillana, que era desconocido hasta ahora. La adquisición puede coincidir con el Año Velázquez, que se celebrará en 1999.

El lienzo de Velázquez San Pedro en lágrimas o Lágrimas de san Pedro está depositado en el Museo del Prado para que sea analizado por los técnicos y especialistas. El cuadro, tras ser declarado inexportable por la Junta de Valoración del Ministerio de Educación y Cultura, se ofreció al Prado a través de una casa de subastas. La obra, desconocida, procede de una familia de Galicia y tiene un precio de 3.000 millones de pesetas.Velázquez retoma una iconografía desde El Greco y pinta la obra para la iglesia de San Pedro, en Sevilla. Aunque no existe documentación, los expertos conocen varias versiones del mismo tema, y se discute el origen de las mismas. Una de ellas, la que tienen en Cataluña los herederos del pintor Aureliano de Beruete, se ha podido contrastar ante los patronos, que se encuentran divididos.

El director del museo, Fernando Checa, declara que el Prado está interesado, pero quiere evitar la controversia, por lo que esperará a una confirmación científica de algún especialista. Alfonso Pérez Sánchez, ex director del museo y patrono, señala que es la mejor de las seis versiones que conoce. «Hay evidencias estilísticas, pero no lo puedo asegurar al cien por cien. Hay que aquilatar mucho; además, el precio es excesivo». El Prado sólo tiene cuatro obras de las 26 conocidas de la etapa sevillana de Velázquez.

Los bienes que quedan del legado Villaescusa, entre ellos una finca en la calle de Claudio Coello, de Madrid -en esas oficinas estuvo la gerencia del museo hasta su reciente traslado al antiguo edificio de Aldeada, en la parte posterior del museo-, pueden alcanzar los 1.100 millones de pesetas, en un momento de alza de los inmuebles de oficinas. Con esta cantidad se intentaría comprar el cuadro de Velázquez y se cumpliría la intención de la herencia, valorada inicialmente en 7.800 millones y que ha sido motivo de una prolongada polémica. El destino era «la adquisición de obras de arte, preferentemente de una sola que el patronato juzgue más interesante, y que salga a la venta pública en el extranjero». Se han comprado un centenar de obras, entre ellas de Goya, El Greco, La Tour y Sánchez Cotán.

Por otra parte, en esta semana el Ministerio de Educación y Cultura decidirá el concurso de proyecto y obra de la reforma del Casón del Buen Retiro, al que se han presentado ocho propuestas, que con unos 2.000 millones de presupuesto estará dos años y medio cerrado. En el mes de junio las 300 obras se trasladarán al antiguo Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC), situado en la Ciudad Universitaria de Madrid, donde serán expuestas a partir de octubre.

Dentro del plan museográfico del Prado, el Casón del Buen Retiro, dedicado a la pintura española del siglo XIX, podrá exponer un centenar de cuadros más con la ampliación de las salas subterráneas. Estos cuadros procederán de levantamientos de depósitos en toda España, política que comenzó en la etapa de la ministra Carmen Alborch. El Prado disperso tiene 3.500 obras en otros museos e instituciones, de las que 2.500 son del siglo XIX. Algunas peticiones recientes han provocado polémica con los Gobiernos autónomos.

«Se van a negociar caso por caso, y al mismo tiempo se ofrecen contrapartidas», declara Fernando Checa. «El Prado está muy repartido, y la mitad de sus fondos se han prestado. No se hará un levantamiento indiscriminado».

Las obras en el Casón forman parte de la ampliación del Prado en edificios y salas. Fernando Checa señala como prioridades la nueva disposición de la colección en el edificio Villanueva, a medida que avanzan hasta el mes de marzo las obras de las cubiertas; el concurso para la zona del claustro de los Jerónimos y el aumento de la plantilla en personal científico y de gestión. «A la ampliación del museo es absolutamente imprescindible el aumento de personal. A pesar de ciertas resistencias internas, el nuevo equipo y gran parte del equipo anterior apoyan todo este proceso con entusiasmo».

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