Una explicación para la adicción al chocolate
La exagerada afición de muchas personas al chocolate recibió una novedosa explicación cuando en 1996 un equipo de investigadores identificó entre los componentes de este alimento la presencia de anandamidas. Dado que entre las propiedades de los cannabinoides se encuentra la de producir euforia, uno de los efectos de estos componentes del chocolate podría ser el de cooperar con la cafeína o la teobromina en la producción de un estado transitorio de bienestar.De este modo casi anecdótico, el chocolate reveló un peculiar parentesco con los principios acivos del cáñamo, las sustancias de referenc...
La exagerada afición de muchas personas al chocolate recibió una novedosa explicación cuando en 1996 un equipo de investigadores identificó entre los componentes de este alimento la presencia de anandamidas. Dado que entre las propiedades de los cannabinoides se encuentra la de producir euforia, uno de los efectos de estos componentes del chocolate podría ser el de cooperar con la cafeína o la teobromina en la producción de un estado transitorio de bienestar.De este modo casi anecdótico, el chocolate reveló un peculiar parentesco con los principios acivos del cáñamo, las sustancias de referencia en el estudio del sistema cannabinoide endógeno.
Por obra de la ciencia, la marihuana ha advenido a un nuevo statuto como objeto de experimentación. Los efectos de sus principios activos, considerados tradicionalmente como la reacción anormal del organismo a un estímulo externo, abrieron a los investigadores una senda inédita al descubrimiento de un sistema que participa de forma normal en diversos procesos fisiológicos, principalmente en el cerebro.
El paralelismo entre los efectos de los cannabinoides exógenos y los endógenos está rindiendo buenos servicios a la investigación. Del estudio de las alteraciones inducidas por el consumo de marihuana en tales procesos fisiológicos, los especialistas obtienen información no sólo sobre el papel de los cannabinoides endógenos en el funcionamiento de los mismos, sino especialmente de sus disfunciones (inapetencia, insomnio, dolores, enfermedades autoinmunes).
La vía regia al cerebro abierta por el cáñamo está permitiendo a la neurociencia profundizar en el conocimiento de los mecanismos neuronales existentes detrás de gran variedad de tareas. Tales rogresos, entienden los especiaistas, podrían con el tiempo redundar en la modificación química de los cannabinoides endógenos, con un objetivo terapéutico en el tratamiento del dolor, los trastornos inmunológicos o la pérdida de control del movimiento.