La deducción por rentas del trabajo en el IRPF se escalonará entre 500.000 y 350.000 pesetas

El borrador del impuesto sobre la renta que ayer analizó el Gobierno sitúa la deducción por rentas del trabajo entre 500.000 y 350.000 pesetas, según el nivel de ingresos. El mínimo exento o cantidad que se descuenta de la base será de 550.000 pesetas por cónyuge o contribuyente individual, 200.000 pesetas por cada uno de los dos primeros hijos y 300.000 por el tercero y siguientes. Se podrán añadir otras 50.000 pesetas por gastos de enfermedad, libros escolares y custodia de hijos. Las cifras se acabarán de cerrar este fin de semana en una reunión de los responsables de la Secretaría de Esta...

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El borrador del impuesto sobre la renta que ayer analizó el Gobierno sitúa la deducción por rentas del trabajo entre 500.000 y 350.000 pesetas, según el nivel de ingresos. El mínimo exento o cantidad que se descuenta de la base será de 550.000 pesetas por cónyuge o contribuyente individual, 200.000 pesetas por cada uno de los dos primeros hijos y 300.000 por el tercero y siguientes. Se podrán añadir otras 50.000 pesetas por gastos de enfermedad, libros escolares y custodia de hijos. Las cifras se acabarán de cerrar este fin de semana en una reunión de los responsables de la Secretaría de Estado de Hacienda. El tipo máximo de la tarifa será del 48% y el mínimo del 19%, con cinco tramos.

El texto legal del nuevo impuesto sobre la renta, aún sujeto a variaciones de última hora, consta de 100 artículos. El Consejo de Ministros le dio ayer un repaso final, antes de que el próximo martes sea presentado públicamente por el vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Rodrigo Rato, y enviado al Consejo Económico y Social.El esquema es una tarifa que se reduce especialmente por la parte alta -el tipo máximo pasa del 56% actual al 48% y el mínimo se sitúa en el 19% frente al 20%-, con cinco tramos, frente a los ocho que ahora se aplican. La reforma entrará en vigor en el año 1999 (declaración en el 2000).

El efecto de una tarifa más con la desaparición de algunas deducciones en la cuota. El margen que el Gobierno tiene para perder recaudación es de 350.000 millones de pesetas en dos años, tal como figura en el Programa de Convergencia.

A cambio de esas deducciones en la cuota, se permitirá descontar de la base una cantidad en concepto de mínimo exento familiar o personal que, por tanto, no tributará. La cuantía no dependerá del nivel de renta, por lo que el ahorro de impuestos será relativamente mayor cuanto más altos sean los ingresos declarados.

Ese mínimo exento familiar o personal será de 550.000 pesetas que, en caso de matrimonio, se duplicarán. Por cada uno de los dos primeros hijos habrá otro descuento de 200.000 pesetas, y de 300.000 por el tercero y restantes. Por ascendientes mayores de 65 años se podrán desgravar 650.000 pesetas y por discapacitados, 850.000 pesetas.

Existirá también la posibilidad de deducir otras 50.000 pesetas en concepto de gastos de enfermedad, custodia de hijos y libros escolares. Con excepción de esta última, estas deducciones se aplican ahora en la cuota y desaparecerán como tales.

Las rentas del trabajo, que ahora se deducen tanto en base -el 5% con un límite de 250.000 pesetas- como en cuota, pasarán a tener un incentivo sólo en la base. Según está previsto, los salarios que no sobrepasen las 1.350.000 pesetas tendrán una deducción de 500.000 pesetas. En la práctica, supondrá que es tas rentas no tributen, aunque ello dependerá del diseño final de la tarifa.

Entre 1.350.000 pesetas y cinco millones habrá que aplicar un coeficiente multiplicador del 0,003 y restar la cantidad que resulte a 500.000 pesetas. Para cuatro millones, por ejemplo, serían 12.000 pesetas menos. A partir de cinco millones, la deducción será de 350.000 pesetas.

La otra piedra angular del impuesto es la vivienda habitual. Al contrario de lo que sucede con las demás deducciones, aquí se trasladan, en parte, de la base a la cuota. La ventaja es que eliminará la imputación como ingreso del 2% del valor catastral de la vivienda, pero se suprimirá la deducción actual de los intereses de los préstamos hipotecarios en la base.

A cambio, habrá una deducción mayor de la actual (el 15% del capital) en la cuota, sumados los intereses y la amortización. Ésta será del 25% para las primeras 750.000 pesetas y del 20% para otras 750.000 pesetas máximo, sólo durante los tres primeros años de compra del piso. Los restantes años la deducción será del 20% para las primeras 750.000 pesetas y del 15% para el resto.

No se descarta que quienes ya han comprado el piso puedan se guir aplicando el sistema ahora vigente, hasta que acaben de pa garlo. En cuanto a los premios de lotería, la decisión es que sigan sin tributar, aunque puede modificarse en la próxima Ley de Presupuestos. El nuevo impuesto prevé un mejor trato para los cónyuges separados que pasan pensiones a sus hijos y medidas contra la evasión fiscal a través de paraísos fiscales.

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