Las irregularidades obligan al Teatro Real a excluir al American Ballet de su programación

Los nuevos planes están sin aprobar y los abonos no podrán venderse hasta abril

Al final, el American Ballet se queda fuera de la programación del Teatro Real. Las informaciones de este diario en las que se revelaba que esta compañía iba a ser programada por 100 millones de pesetas más de lo habitual llevaron ayer a la comisión ejecutiva a excluir al American Ballet. Asimismo, la dirección decidió incluir la ópera española Golondrinas, del maestro José María Usandizaga. No obstante, la reunión presidida ayer por Miguel Ángel Cortés, secretario de Estado de Cultura, no consiguió aprobar el programa y los presupuestos para la temporada 1998-1999.

Cortés insistió ...

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Al final, el American Ballet se queda fuera de la programación del Teatro Real. Las informaciones de este diario en las que se revelaba que esta compañía iba a ser programada por 100 millones de pesetas más de lo habitual llevaron ayer a la comisión ejecutiva a excluir al American Ballet. Asimismo, la dirección decidió incluir la ópera española Golondrinas, del maestro José María Usandizaga. No obstante, la reunión presidida ayer por Miguel Ángel Cortés, secretario de Estado de Cultura, no consiguió aprobar el programa y los presupuestos para la temporada 1998-1999.

Cortés insistió una y otra vez, el pasado lunes, en que no habían existido irregularidades en la propuesta de programación preparada por el gerente del Teatro Real, Juan Cambreleng. Pero lo cierto es que, cuatro días después, el American Ballet, origen de la polémica, ha quedado apartado. Un portavoz del Real alegó que el montaje del American Ballet, una de las compañías más prestigiosas del mundo, había sido considerado "demasiado costoso".El secretario de Estado se aferró el lunes al argumento de que, al no existir compromiso de gasto ni contrato firmado no se habían registrado anomalías. Tanto el lunes como ayer sorprendió la ausencia de Cambreleng en todas las explicaciones que los portavoces del Teatro Real han brindado sobre la polémica. En la última semana, Cortés ha eludido apoyar la gestión de Cambreleng.

El gerente ha mantenido un absoluto silencio durante estos días. "Está trabajando", se han limitado a contestar sus asesores. Cambreleng asistió ayer a la reunión de la comisión ejecutiva, que duró cuatro horas. Presidida por Cortés, en la sesión participaron también Eduardo Casanueva, patrono del Real; José Ignacio González, subsecretario de Cultura, y. el director artístico, Luis Antonio García Navarro. Fuentes del teatro comentaron que habían estado asimismo presentes Tomás Marco, director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, y un abogado del Estado. Un portavoz del teatro se limitó a señalar que no había visto a Tomás Marco.

El estudio "detallado" de los presupuestos y de la programación obligará a una nueva reunión, en el plazo de 15 días, según informó un portavoz del Real. Así las cosas, los abonos para la temporada 1998-1999 no podrán salir a la venta hasta el mes de abril, en torno a Semana Santa. El citado portavoz no consideró que se trate de un retraso, a pesar de que la mayoría de coliseos de Europa planifica sus programas con tres o cuatro años de antelación. Cortés subrayó el lunes que la necesidad de abrir el Teatro Real el pasado 11 de octubre ha obligado posteriormente a trabajar con unos plazos sensiblemente inferiores a lo habitual.

Obras españolas

Al margen de las anomalías en la propuesta del American Ballet, otra de las razones por la que Cortés tumbó los planes de Cambreleng se referían a la ausencia de obras españolas. Por ello, la comisión ejecutiva decidió ayer incluir una ópera española que, casi con toda seguridad, será Golondrinas, de José María Usandizaga. Fuentes del Real reconocieron la dificultad de encontrar óperas españolas de una cierta calidad para incluir en la programación de una temporada.Una vez que la comisión ejecutiva haya aprobado la programación, tiene que informar de ella al Patronato de la Fundación Teatro Lírico, que, en su reunión del pasado mes de diciembre, ya, advirtió de la obligación de programar títulos españoles y de contar con títulos y profesionales españoles. El avance de la programación para 1998-1999 incluía títulos como Aida, La bohème, Carmen y Tannhauser, entre otros, al tiempo que estaban previstos también recitales líricos.

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