Cambio de orden en las galerías
El diseño de Taniguchi restaurará en parte el Jardín de Esculturas del Museo de Arte Moderno (MOMA) que Philip Johnson diseñó en 1964. La Torre del Museo, diseñada por César Pelli en 1984, un rascacielos recortado, plantado en el tejado del ala oeste del museo, se situará ahora en el jardín. Y una serie de retranqueos permitirán que haya un atrio y claraboyas en todos los pisos para que la luz del día llegue a algunas galerías. Un amplio vestíbulo de más de 30 metros de altura, que recorre toda la manzana desde la calle 53 West hasta la 54 West, contendrá una escalera elegantemente dramática -...
El diseño de Taniguchi restaurará en parte el Jardín de Esculturas del Museo de Arte Moderno (MOMA) que Philip Johnson diseñó en 1964. La Torre del Museo, diseñada por César Pelli en 1984, un rascacielos recortado, plantado en el tejado del ala oeste del museo, se situará ahora en el jardín. Y una serie de retranqueos permitirán que haya un atrio y claraboyas en todos los pisos para que la luz del día llegue a algunas galerías. Un amplio vestíbulo de más de 30 metros de altura, que recorre toda la manzana desde la calle 53 West hasta la 54 West, contendrá una escalera elegantemente dramática -más a lo Audrey Hepburn que a lo Morris Lapidus- que ascenderá hasta las galerías de arte contemporáneo del segundo piso. "Es un diseño magistral", dijo Terence Riley, conservador de arquitectura del MOMA, que señalócómo el arquitecto consiguió ajustarse con elegancia a las rigurosas normas urbanísticas, así como a las estrictas peticiones de los conservadores. Invirtió el orden esperado de las galerías, de manera que la colección permanente de clásicos modernos queda cerca del último piso, mientras que el arte contemporáneo se localiza en la segunda planta, el primer lugar en el que los Visitantes del museo podrán apreciar elarte contemporáneo en toda su proximidad.Hay incluso una bodega en el subsótano para almacenar hielo en caso de que se estropee el aire acondicionado. "Pensó en todo", comentó Terence Riley. El diseño de Taniguchi, según Riley, no ofrece "ninguna señal de un nuevo acontecimiento extravagante". Su modelo se basa demasiado en la sutileza como para tratar de impresionar.