Sin equivalentes españoles
Todos coinciden en que España ofrece materia prima más que suficiente para abordar un realismo social como el que triunfa de la mano de directores británicos. Pero lo cierto es que, dentro del riquísimo abanico de las tendencias del cine español reciente, no han surgido equivalentes españoles de Ken Loach o de sus jóvenes seguidores. Quizá sea Iciar Bollaín, autora de un libro sobre el cineasta inglés, quien aspire de una manera más decidida a narrar historias que incluyan el telón de fondo de la España cotidiana de hoy. Hola, ¿estás sola? revela un interés por plasmar las preocupacione...
Todos coinciden en que España ofrece materia prima más que suficiente para abordar un realismo social como el que triunfa de la mano de directores británicos. Pero lo cierto es que, dentro del riquísimo abanico de las tendencias del cine español reciente, no han surgido equivalentes españoles de Ken Loach o de sus jóvenes seguidores. Quizá sea Iciar Bollaín, autora de un libro sobre el cineasta inglés, quien aspire de una manera más decidida a narrar historias que incluyan el telón de fondo de la España cotidiana de hoy. Hola, ¿estás sola? revela un interés por plasmar las preocupaciones e inquietudes de las generaciones jóvenes. Otros directores más veteranos como Ricardo Franco (La buena estrella) o Agustín Díaz Yanes (Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto) han proyectado también con éxito su visión realista de este país. Pero no dejan de ser excepciones.