La fotógrafa Cindy Sherman debuta en el cine con un filme de asesinatos

La fotógrafa Cindy Sherman (Nueva Jersey, 1954) es la última gran artista de los ochenta que se pasa a dirigir cine. Una vez vendida al MOMA su famosa colección de fotos en blanco y negro Untitled film stills por un millón de dólares (unos 150 millones de pesetas), Sherman se ha permitido un capricho en forma de celuloide que se titula Office killer (Asesina de oficina) y que, después de múltiples problemas de financiación y distribución, se proyectará sólo durante dos semanas en una pequeña sala de Nueva York.La crítica, por el momento, ha sido dura con Office killer: Ste...

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La fotógrafa Cindy Sherman (Nueva Jersey, 1954) es la última gran artista de los ochenta que se pasa a dirigir cine. Una vez vendida al MOMA su famosa colección de fotos en blanco y negro Untitled film stills por un millón de dólares (unos 150 millones de pesetas), Sherman se ha permitido un capricho en forma de celuloide que se titula Office killer (Asesina de oficina) y que, después de múltiples problemas de financiación y distribución, se proyectará sólo durante dos semanas en una pequeña sala de Nueva York.La crítica, por el momento, ha sido dura con Office killer: Stephen Holden escribió en The New York Times que se trata de una cinta "inepta" que no ofrece "ni un solo momento de electricidad visceral o emocional". Se trata, más o menos, de la misma reacción que han generado en los últimos años las películas dirigidas por otros grandes protagonistas del panorama del arte neoyorquino de la pasada década: Robert Longo con Johnny Mnemonic, David Salle con Cremaster y Julian Schnabel con Basquiat.

Sin embargo, respecto a la película de Cindy Sherman, una comentarista del mencionado diario también decía hace pocos días que "los logros de Sherman como artista hacen que todo lo que salga de ella sea de visionado obligatorio por cualquiera que esté interesado en el arte contemporáneo". La película seguramente quedará restringida a un circuito minoritario o acabará proyectándose en museos.

Película-basura

Como indica su nombre, Office killer es una película-basura de asesinatos macabros, lo cual encaja directamente con la estética de Cindy Sherman en sus fotografías, que han ido desde la sugestión cinematográfica de sus primeros autorretratos en blanco y negro hasta la pornografía explícita con maniquíes y prótesis de sus trabajos más recientes. "Creo que el cine me ha influido más que el arte en general", dijo Sherman a este periódico durante el rodaje de la película. "Sin embargo, yo siempre he trabajado sola en el estudio, y el trabajo en equipo me asustaba. Me convencieron al darme control total sobre el guión [escrito por Elise MacAdam y Tom Kalin, basado en una idea original suya] y el resultado final".Además, indicó Sherman, "el concepto de la narración apenas me motivaba. Mis fotografías se pueden ver como una forma de narración, pero muy vagamente". Mezcla de ¿Qué fue de Baby Jane? y La matanza de Texas, Office killer es la historia de una secretaria (Carol Kane) que empieza a matar gente y a esconderla en un sótano cuando su empresa implementa una política de reducción de personal. Luego despedaza los cadáveres y con los trozos recompone escenas propias de la fotografía de la mismísima Cindy Sherman. La película es también una parodia del mundo editorial neoyorquino, donde se desarrolla la acción, y cuenta con actores conocidos como Jeanne Tripplehorn, Molly Ringwald y Eric Bogosian.

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