Compraventa de emisiones

"Te vendo parte de mi derecho a emitir gases de efecto invernadero. ¿Cuándo estás dispuesto a pagar para que tú puedas seguir contaminando?". Esta fórmula, más o menos aliñada, es uno de los temas que más polvareda levantará en Kioto, como lo levantó en la conferencia de las partes de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, celebrada en Berlín en 1995. Los estadounidenses denominan esta fórmula Emission Trading (comercio de emisiones) y se basa en la idea de que si se establecen en un acuerdo mundial las cuotas de emisiones específicas de cada país, se pueda comerciar c...

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"Te vendo parte de mi derecho a emitir gases de efecto invernadero. ¿Cuándo estás dispuesto a pagar para que tú puedas seguir contaminando?". Esta fórmula, más o menos aliñada, es uno de los temas que más polvareda levantará en Kioto, como lo levantó en la conferencia de las partes de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, celebrada en Berlín en 1995. Los estadounidenses denominan esta fórmula Emission Trading (comercio de emisiones) y se basa en la idea de que si se establecen en un acuerdo mundial las cuotas de emisiones específicas de cada país, se pueda comerciar con los cuotas asignadas a cada uno.Así, por ejemplo, un país para el que no suponga esfuerzo reducir las emisiones (por su opción energética) o que no tenga previsto aumentar las emisiones drásticamente por su situación económica, podría vender su derecho a contaminar a quien esté dispuesto a pagar para continuar emitiendo en casa como hasta ahora.

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Los que más interés tienen en poner en marcha este negocio son los países del este de Europa, especialmente Rusia, mediante el expediente de vender su cuota. Y Estados Unidos está dispuesto a comprar, ha explicado Iñigo Ascasíbar, consejero técnico del Ministerio de Medio Ambiente y miembro de la delegación española en Kioto.

Otra estrategia en discusión son las reducciones a cuenta de proyectos concretos. Consiste básicamente en que un país pueda contabilizarse como reducción de emisiones propia la que se genere en un proyecto que financie para su realización en otro país, de manera que la reducción obtenida se pueda dividir entre ambos.

La UE sólo aceptaría esta opción, explicó Ascasíbar, en países que estén comprometidos en reducciones específicas. De cualquier forma, ninguna de estas medidas se contemplan en la UE en el acuerdo intracomunitario, ha explicado Dolores Carrillo, directora general de Calidad Ambiental, descartando que pueda establecerse un mercado de cupos de emisiones entre los países miembros que suscriben la postura global europea de reducir en conjunto las emisiones un 15% para el 2010 respecto a los niveles de 1990.

El mercado de emisiones, con seguridad, exigirá muchas horas de durísimas negociaciones hasta altas horas de la madrugada en la cumbre de Kioto.

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