ALTERACIONES GENÉTICAS

Políticamente incorrecto

Como otros colectivos irritados por la terminología para referirse a ellos, los reunidos en el congreso -celebrado bajo el lema Síndrome de Down, Sueños hechos realidad- pusieron especial interés en pedir una normalización del léxico.La reivindicación de padres, profesionales y asociaciones relacionadas con el mundo Down es: "Debemos empezar a excluir de nuestro lenguaje habitual expresiones como sujetos que sufren síndrome Down", porque consideran que esa alteración no es una enfermedad.

De esta forma no valen términos como padecen, están afectados o son víctimas del síndrome de Down. ...

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Como otros colectivos irritados por la terminología para referirse a ellos, los reunidos en el congreso -celebrado bajo el lema Síndrome de Down, Sueños hechos realidad- pusieron especial interés en pedir una normalización del léxico.La reivindicación de padres, profesionales y asociaciones relacionadas con el mundo Down es: "Debemos empezar a excluir de nuestro lenguaje habitual expresiones como sujetos que sufren síndrome Down", porque consideran que esa alteración no es una enfermedad.

De esta forma no valen términos como padecen, están afectados o son víctimas del síndrome de Down. Siempre hay que decir y escribir -según estos colectivos- persona con síndrome de Down, niño con síndrome de Down.

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"O bien como se dice en los países de influencia francesa", insisten. Esto es, persona con trisomía 21 o niño con trisomía 21. (La trisomía es el defecto que ocurre en el cromosoma 21 que da lugar a la alteración genética).

Los relacionados con este síndrome se muestran partidarios de dejar en un segundo plano los aspectos médicos relacionados con él. Hay que transmitir a la sociedad -alegan- que tener el síndrome de Down "es una forma peculiar de ser y estar, en el mundo".

Por eso huyen de términos como subnormales, disminuidos o retrasados. Incluso, a los colectivos relacionados con este síndrome no les sirve persona Down ni niño Down. Tampoco vale abreviar ni hacer uso de la economía del lenguaje: no hay que referirse a ellos como un Down o una Down.

De esta forma, según defiende este colectivo en sus textos, "no sólo estaríamos normalizando el lenguaje, sino sus valores hacia la vida".

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