Álvaro Siza: "Un edificio nunca está aislado"

En 1977, el arquitecto Álvaro Siza (Matosinhos, Portugal, 1933) recibió el encargo de realizar un nuevo proyecto para el barrio de Malagueira, en la ciudad portuguesa de Évora. De lo que ocurrió y ocurre aún en Malagueira habló ayer extensamente Álvaro Siza en la inauguración del curso de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallès, en donde también se inauguró ayer una exposición sobre este proyecto y se presentó un extenso estudio sobre el tema editado por la misma escuela.Siza es de los pocos grandes arquitectos conocidos, entre otros proyectos, por sus viviendas. "El origen de l...

En 1977, el arquitecto Álvaro Siza (Matosinhos, Portugal, 1933) recibió el encargo de realizar un nuevo proyecto para el barrio de Malagueira, en la ciudad portuguesa de Évora. De lo que ocurrió y ocurre aún en Malagueira habló ayer extensamente Álvaro Siza en la inauguración del curso de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallès, en donde también se inauguró ayer una exposición sobre este proyecto y se presentó un extenso estudio sobre el tema editado por la misma escuela.Siza es de los pocos grandes arquitectos conocidos, entre otros proyectos, por sus viviendas. "El origen de la arquitectura es la casa, es el fondo necesario para percibir los grandes episodios de la ciudad", comentó Siza después de la conferencia. "Pero en los programas de vivienda social se paga menos el proyecto, como si fuera una cuestión menor, cuando exigen un esfuerzo extra porque se juega con mayores limitaciones".

A juicio de Siza, "un edificio nunca está aislado" y es en este sentido que alaba el edificio del Museo Guggenheim de Bilbao, de Frank Gehry, que considera "una magnífica respuesta a problemas que existían en la consolidación de la ciudad". Tiene poco que ver, afirma, con el Centro Gallego de Arte Contemporáneo que él construyó en Santiago porque el espacio urbano y los promotores también son muy distintos. "Un edificio no puede ser igual en un contexto que otro", afirma. "El proyecto de Gehry entra desde un punto de vista material en contradicción con el entorno, pero acaba adaptándose perfectamente a él".