España e Italia buscan reforzar el peso político del Mediterráneo en la UE

Los Gobiernos de España e Italia buscaban ayer en Bolonia la coordinación de sus políticas en el tramo final de la convergencia hacia la moneda única y ante la ampliación al Este de la Unión Europea. España quiere que los dos países estén en el núcleo fundador del euro y la diplomacia italiana parece haber convencido al Gobierno de José María Aznar de que no sólo es preciso hacer los deberes económicos que impone la Unión Monetaria Europea, sino también reforzar el peso político del Mediterráneo en la UE.

Romano Prodi, 58 años, presidente del Gobierno italiano y líder de la coalición de...

Los Gobiernos de España e Italia buscaban ayer en Bolonia la coordinación de sus políticas en el tramo final de la convergencia hacia la moneda única y ante la ampliación al Este de la Unión Europea. España quiere que los dos países estén en el núcleo fundador del euro y la diplomacia italiana parece haber convencido al Gobierno de José María Aznar de que no sólo es preciso hacer los deberes económicos que impone la Unión Monetaria Europea, sino también reforzar el peso político del Mediterráneo en la UE.

Romano Prodi, 58 años, presidente del Gobierno italiano y líder de la coalición de centro-izquierda El Olivo, recibió ayer tarde a José María Aznar en la plaza mayor de Bolonia, donde una compañía de bersaglieri, tropas especiales del Ejército italiano, le rindió los honores de ordenanza. En la bella plaza renacentista se levanta el palacio D'Accurzio, donde los dos presidentes mantuvieron una primera entrevista de dos horas. De entre los curiosos que rodeaban la plaza surgió de pronto un grito insólito: "¡Viva el euro!". Era un minúsculo grupo de euroentusiastas, que enarbolaba una bandera europea.El presidente del Gobierno español viaja a esta cumbre acompañado por la plana mayor de su Gobierno. Los ministros de Economía, Defensa, Asuntos Exteriores, Interior, Agricultura, Educación, Industria y Trabajo mantuvieron con sus homólogos italianos apretadas sesiones de trabajo en las que se abordaron diversos aspectos de las políticas sectoriales. En la agenda de Defensa figuran temas de indudable importancia, como la reforma de la estructura militar de la OTAN que afecta de lleno a ambos países.

Prodi manifestó ayer su total apoyo a las pretensiones españolas de cara a su integración en la estructura militar de la Alianza Atlántica. Otra de las cuestiones que figuran en el capítulo de Defensa es la concertación de una política común en el Mediterráneo que incluye la constitución de una unidad de combate anfibia con un primer mando español.

En la agenda de Interior figuran los temas de terrorismo; según una fuente, el ministro Jaime Mayor Oreja cree que la banda terrorista ETA puede estar iniciando contactos con las mafias italianas, y su homólogo italiano, Giorgio Napolitano, le ha prometido impedir cualquier conexión.

En la vertiente económica los ministros de Industria, Agricultura y Trabajo de ambos países abordarán el proceso de privatizaciones en marcha tanto en España como en Italia, la política agrícola común de la UE con intereses comunes en los temas del aceite y la leche, o la política de empleo ante la cumbre extraordinaria del próximo otoño en Luxemburgo. El único acuerdo que se firmará en esta séptima cumbre hispano-italiana fue el suscrito ayer por la ministra de Cultura, Esperanza Aguirre, con su homólogo italiano Luigi Berlinguer, para impulsar la cooperación entre las industrias del cine de ambos países.

Toda esta apretada agenda diplomática había despertado hasta ayer escaso interés en los medios de comunicación italianos, que por el momento ignoran la cumbre embarcados en especulaciones sobre la enésima crisis que se cierne sobre la coalición de centro-izquierda que gobierna el país desde 1996.