ENERGÍA: COMBUSTIBLES FÓSILES

Impuestos para las fuentes de dióxido de carbono

Un impuesto mundial sobre las fuentes de dióxido de carbono, tales como los combustibles fósiles, será la forma más barata y menos burocrática de retrasar el calentamiento global, según dos investigadores de Estados Unidos. La comunidad internacional está ahora entrando en la fase final de las negociaciones para disminuir las emisiones de dióxido de carbono y los países tienen diversas opciones entre las que elegir. Entre ellas está la imposición de límites al uso de combustibles ricos en carbono, la introducción de estándares mínimos de eficiencia energética y la dependencia en aumento de fue...

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Un impuesto mundial sobre las fuentes de dióxido de carbono, tales como los combustibles fósiles, será la forma más barata y menos burocrática de retrasar el calentamiento global, según dos investigadores de Estados Unidos. La comunidad internacional está ahora entrando en la fase final de las negociaciones para disminuir las emisiones de dióxido de carbono y los países tienen diversas opciones entre las que elegir. Entre ellas está la imposición de límites al uso de combustibles ricos en carbono, la introducción de estándares mínimos de eficiencia energética y la dependencia en aumento de fuentes renovables de energía, como la energía solar y la eólica.Un impuesto sobre el dióxido de carbono también está en estudio, aunque probablemente esta opción se enfrente a una gran oposición en países como Estados Unidos. Sin embargo, Stephen Schneider y Lawrence Goulder de la Universidad de Stanford (California) dicen que si los políticos quieren un instrumento fácil y rápido para disminuir las emisiones deben escoger esta opción.

Los ingresos por este impuesto pueden ser destinados a objetivos a más largo plazo como la investigación sobre tecnologías energéticas más eficientes, dicen estos investigadores en la revista Nature (4 de septiembre).

Estos investigadores piensan que los impuestos tendrán un impacto inmediato, ya que los usuarios de los combustibles fósiles tendrán reducir el consumo o pagar más por el privilegio deutilizarlos. Reducir el consumo ayudará a reducir la producción mundial de gases de efecto invernadero mientras que el dinero procedente de los impuestos ayudará al desarrollo de tecnologías eficientes. Un impuesto así puede ser además modificado para responder a cambios en las circunstancias, por ejemplo si se produce nueva información sobre el cambio climático que puede indicar la conveniencia de adoptar medidas más severas o menos drásticas sobre las emisiones.

"Además, como el impuesto causaría un aumento de los precios de artículos de consumo relacionados con altas emisiones de dióxido de carbono en relación con otros artículos de consumo, daría a los consumidores individuales el incentivo para depender más de bienes y servicios más limpios, y a los productores el incentivo para desarrollar alternativas", explican.

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