Astrofísicos españoles aclaran un misterio de las manchas solares

Los chorros de materia vuelven al astro

Las manchas solares, esos grandes lunares relativamente fríos de la superficie de la estrella que varían con su ciclo de actividad, expulsan chorros de materia que hasta ahora no se sabía a dónde iba a parar. Unos astrofísicos liderados por Carlos Westendorp Plaza han descubierto que el plasma escupido por estos chorros vuelve a la estrella por los bordes de las mismas manchas, formando una especie de surtidores aplanados.

Las manchas solares se conocen desde hace siglos y en 1909 el astrónomo John Evershed descubrió que expulsaban chorros de materia cuyo destino era misterioso hasta ah...

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Las manchas solares, esos grandes lunares relativamente fríos de la superficie de la estrella que varían con su ciclo de actividad, expulsan chorros de materia que hasta ahora no se sabía a dónde iba a parar. Unos astrofísicos liderados por Carlos Westendorp Plaza han descubierto que el plasma escupido por estos chorros vuelve a la estrella por los bordes de las mismas manchas, formando una especie de surtidores aplanados.

Las manchas solares se conocen desde hace siglos y en 1909 el astrónomo John Evershed descubrió que expulsaban chorros de materia cuyo destino era misterioso hasta ahora. "Nuestro trabajo supone profundizar en el conocimiento de las manchas, que son indicadores de los mecanismos internos del Sol que no conocemos en detalle", comenta Westendorp Plaza (Instituto de Astrofísica de Canarias). Los resultados de esta investigación, realizada con datos adquiridos en el telescopio VTT de Sacramento Peak (Nuevo México, EE UU), se dan a conocer hoy en la revista Nature.Las temperaturas de esas manchas alcanzan los 2.000 o 3.000 grados centígrados -mientras que la superficie del Sol ronda los 5.000 grados- y no está claro aún por qué se forman esos lunares oscuros, aunque se sabe que responden a los campos magnéticos internos. El diámetro medio de las manchas, explica el astrofísico español, es unas dos veces el diámetro de la Tierra y se observan por decenas durante los períodos de alta actividad en el ciclo del sol, que dura 11 años.

La investigación presentada hoy se ha realizado mediante una técnica de tomografia que ha permitido hacer un estudio en capas de la atmósfera (la capa superior, de unos mil kilómetros de grosor) del Sol. "Esta técnica nos permite extraer toda la información que llega en la luz solar", explica Westendorp. El objetivo es descifrar los procesos que originan las características de esa luz.

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