Protesta femenina por el fallo a favor del varón en la sucesión nobiliaria
La Federación de Mujeres Progresistas (FMP) calificó ayer de "intolerable e inadmisible" la decisión del Tribunal Constitucional -anticipada el sábado último por este periódico y pendiente de notificación por el alto tribunal- que da preferencia a los hombres en la sucesión nobiliaria, en contra de la doctrina consolidada sobre igualdad hombre-mujer mantenida por la Sala Primera de lo Civil del Tribunal Supremo desde 1987.La organización feminista recuerda que, desde que en 1983 España firmó el convenio de Naciones Unidas sobre eliminación de todas las formas de discriminación de la mujer (con...
La Federación de Mujeres Progresistas (FMP) calificó ayer de "intolerable e inadmisible" la decisión del Tribunal Constitucional -anticipada el sábado último por este periódico y pendiente de notificación por el alto tribunal- que da preferencia a los hombres en la sucesión nobiliaria, en contra de la doctrina consolidada sobre igualdad hombre-mujer mantenida por la Sala Primera de lo Civil del Tribunal Supremo desde 1987.La organización feminista recuerda que, desde que en 1983 España firmó el convenio de Naciones Unidas sobre eliminación de todas las formas de discriminación de la mujer (con la única y expresa excepción de las disposiciones constitucionales en materia de sucesión a la Corona), el Supremo dictó una serie de sentencias -la FMP menciona al menos cinco- igualitarias, avaladas por el propio Tribunal Constitucional, de acuerdo con el principio de igualdad del artículo 14 de la Constitución.
La decisión de considerar la preferencia del varón no contraria al principio constitucional de igualdad, más que avalar el criterio histórico, significa, según la FMP, aplicar "la discriminación histórica que ha sometido a las mujeres". Añaden que, de seguirse esas premisas históricas, podría retrocederse "a la situación en que la mujer no podía acceder a la Universidad, al trabajo fuera del hogar, al voto". La FMP señala que, con tal decisión, los miembros del Tribunal Constitucional, ninguno mujer, colocan "sus retrógradas y absurdas convicciones" frente a los principios constitucionales y los compromisos internacionales.