Entre dos décadas

A caballo entre dos décadas, la figura del cantante y compositor albaceteño Fernando Alfaro se erige en puente que une el pop español de los ochenta -fresco, luminoso, inteligible- y lo que ha sido el rock nacional en los noventa, bastante más oscuro y revulsivo. El que fuera líder de Surfin' Bichos ha conseguido amasar un público capaz de gozar con sus canciones de ambiente desabrido.Acompañado de una sección rítmica potente y compenetrada, Fernando Alfaro ofreció en la presentación en directo del primer álbum de Chucho, 78, una buena muestra de su concepción del rock, teñida de la inigualabl...

A caballo entre dos décadas, la figura del cantante y compositor albaceteño Fernando Alfaro se erige en puente que une el pop español de los ochenta -fresco, luminoso, inteligible- y lo que ha sido el rock nacional en los noventa, bastante más oscuro y revulsivo. El que fuera líder de Surfin' Bichos ha conseguido amasar un público capaz de gozar con sus canciones de ambiente desabrido.Acompañado de una sección rítmica potente y compenetrada, Fernando Alfaro ofreció en la presentación en directo del primer álbum de Chucho, 78, una buena muestra de su concepción del rock, teñida de la inigualable belleza de los perdedores y con más verdad a cuestas de la que acostumbra a tener el pop convencional. Con su guitarra de ásperos sonidos, la ayuda de samplers y una fe interpretativa a prueba de bombas, Alfaro cargó y disparó contra el optimismo con canciones como Rompecuellos, Conexión de huesos y la estremecedora El ángel inseminador, haciendo blanco en el justo punto en el que la música, frente a otro tipo de reacciones más frívolas, hace pensar a quien la escucha.