Los dinosaurios de Spielberg invaden la ciudad

El cineasta trata de repetir con 'El mundo perdido' el éxito de 'Parque Jurásico'

Cuando se cumplen cuatro años del estreno de Parque Jurásico, Steven Spielberg vuelve a llenar hoy los cines de Estados Unidos de dinosaurios cabreados. Con el estreno de la secuela The lost world (El mundo perdido), el director de cine más exitoso de la historia trata de superarse a sí mismo en adrenalina por minuto y en recaudación en las taquillas. Pero tras el reconocimiento de crítica y los oscars que obtuvo en 1994 por su película La lista de Schindler, muchos se preguntan por qué Steven Spielberg ha dado este paso atrás artístico.

La respuesta que el cineasta viene dando a las pr...

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Cuando se cumplen cuatro años del estreno de Parque Jurásico, Steven Spielberg vuelve a llenar hoy los cines de Estados Unidos de dinosaurios cabreados. Con el estreno de la secuela The lost world (El mundo perdido), el director de cine más exitoso de la historia trata de superarse a sí mismo en adrenalina por minuto y en recaudación en las taquillas. Pero tras el reconocimiento de crítica y los oscars que obtuvo en 1994 por su película La lista de Schindler, muchos se preguntan por qué Steven Spielberg ha dado este paso atrás artístico.

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La respuesta que el cineasta viene dando a las principales publicaciones de EE UU no deja de tener su lógica: cuando hace 20 años dejó en manos ajenas las dos secuelas de su temprana obra maestra Tiburón el resultado fue desastroso. Sabiendo que la segunda parte de Parque Jurásico era inevitable Spielberg no quiso asumir el mismo riesgo.Otra razón de peso es que, con 50 años recién cumplidos sigue siendo un niño pequeño y simplemente quería divertirse antes de afrontar sus siguientes proyectos "serios": Amistad y Saving private Ryan. "Quería ver a un Tiranosaurus Rex aplastando una calle", declaró a Time sin el más mínimo reparo. Y en esa afirmación está también uno de los secretos peor guardados de The lost world: que termina con un dinosaurio en estampida por las calles de San Diego (California) y que el resto de la película poco tiene que ver con la novela en que se basa, escrita, igual que Parque Jurásico, por Michael Crichton.

Spielberg y su guionista, David Koepp, sabían que la segunda novela de Crichton no era sino una triste regurgitación del original. Así que le quitaron el juguete y se lo quedaron ellos. Cambiaron los personajes, la premisa, una gran parte de la acción y ese final urbano de película de Godzilla. Regresa en el papel principal el gracioso y efectivo (porque no se lo cree) Jeff Goldblum, quien, desplazado a otra isla de Costa Rica donde han sobrevivido más dinosaurios, descubre que la empresa que los recreó genéticamente organiza cacerías, como en Hatari, para llevar a los monstruos a tierra firme.

Aunque es más feroz, oscura y violenta que la primera, tiene más acción espectacular y muchos más dinosaurios generados por ordenador, The lost world padece los mismos síntomas que se criticaron en Parque jurásico: sus personajes son de cartón-piedra y sus incongruencias dramáticas pueden irritar a espectadores de más de 13 años. Todo lo cual no podrá evitar que la dinomanía regrese a plena potencia. No sólo este fin de semana se espera un taquillazo histórico en EEUU (el mayor recaudador sigue siendo Parque Jurásico con 900 millones de dólares en el mundo) y no sólo se ha puesto en marcha la habitual maquinaria de mercadotecnia. En esta ocasión los estudios Universal han consumado la operación. promocional total: una institución de prestigio como es el Museo de Historia Natural de Nueva York organizará una exposición especial con los muñecos mecánicos que se usan en la película y otros fósiles reales. La muestra podrá verse hasta septiembre y luego irá de gira por todo el país durante tres años.

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