Hockney reinventa el color de las flores

Plantas y retratos centran en Londres la nueva obra del artista

En Flores, caras y espacios, título de la nueva exposición de David Hockney, el artista británico hace un exquisito homenaje a la luz y al color. La muestra, presentada ayer en la galería londinense Annely Juda Fine Arts, agrupa sus más recientes pinturas, con las que Hockney recupera el impacto de sus mejores momentos artísticos. Son un total de 18 óleos de flores, pintados con rápidos brochazos, donde dominan los amarillos, rojos y azules. Hockney creó esta serie en su estudio de Hollywood durante los meses del verano de 1996.

Fue la exposición de Vermeer, que Hockney visitó en La Hay...

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En Flores, caras y espacios, título de la nueva exposición de David Hockney, el artista británico hace un exquisito homenaje a la luz y al color. La muestra, presentada ayer en la galería londinense Annely Juda Fine Arts, agrupa sus más recientes pinturas, con las que Hockney recupera el impacto de sus mejores momentos artísticos. Son un total de 18 óleos de flores, pintados con rápidos brochazos, donde dominan los amarillos, rojos y azules. Hockney creó esta serie en su estudio de Hollywood durante los meses del verano de 1996.

Fue la exposición de Vermeer, que Hockney visitó en La Haya el año pasado, el punto inicial de inspiración de su reciente colección de pinturas que se exhibe en Londres. El artista británico, asentado en California desde los años setenta, quedó prendado de la luz y vivos colores que irradian los cuadros de su colega holandés del siglo XVII. Su recuerdo le acompañó durante el proceso de creación de estas nuevas pinturas y, especialmente, de su insólita colección de flores que conforma el grueso de la muestra de Londres.Esta variedad temática de naturaleza muerta puede resultar ordinaria o desfasada para los por tavoces del arte actual, pero de la mano de Hockney recupera un es plendor pocas veces visto. Los críticos aventuran ya que estos cuadros florales realzarán aún más la popularidad internacional de Hockney. Sus ramos de girasoles, sus jarrones con violetas, sus lirios y lilas sustituirán en la memoria del espectador, aseguran los ex pertos, esas famosas piscinas que Hockney pintó en los años sesenta.

Aunque la inspiración de los nuevos cuadros partió de la obra de Vermeer, la temática es puramente original. Y su proceso de elaboración se puede seguir parcialmente en algunas de las fotografías incluidas en el doble catálogo que complementa la exposición. Las flores han estado siempre presentes en la obra y vida de Hockney. Se reducían hasta la fecha a detalles decorativos de sus grandes composiciones o a regalos que enviaba a sus muchos amigos afectados por el sida. Ahora recuperan su mensaje esperanzador -el artista insiste en que las flores y plantas representan esperanza- y estallan en brotes de color. En Londres recuperan su luminosidad original merced a la estructura de la galería. La sala Annely Juda dispone de un gran tragaluz por donde se filtra la luz natural.Treinta retratos

Durante la inauguración, a la que asistió el propio Hockney ayer por la tarde, ni tan siquiera los cactus, esas especies propias del desierto, desentonaban frente a las paredes blancas del espacio. En un piso inferior cuelga la serie de unos treinta retratos que Hockney realizó entre diciembre de 1996 y abril de 1997. De tamaño reducido, reproducen imágenes de familiares y amigos del artista, recurso habitual en su trayectoria artística. "Si no les conoces, no puedes conocer aspectos suficientes sobre ellos para retratarlos", explica en la introducción del catálogo.

En los dos recientes autorretratos que exhibe en la muestra, Hockney observa intensamente a su alrededor. Se ha desvanecido la sonrisa de su rostro en un ejercicio que intenta quizá romper con la imagen de hombre feliz y optimista que se ha ganado desde sus años de estudiante. Ya entonces, a principios de la década de los sesenta, Hockney se erigió en el portavoz público del pop-art británico. Movido por un afán de libertad, convirtió su homosexualidad en motivo de investigación artística y en objeto de protesta pública. Explora desde entonces esta condición humana a través de una increíble variedad de técnicas: desde la fotografía, litografía, dibujo, grabado, fax y diseños para obras de teatro y ópera. Y no puede concebir arte sin color. "La gente considera el color como algo superficial y poco serio. Pero ¿cuál es la alternativa? Oscuridad y muerte", confesó recientemente. Flores, caras y espacios es la muestra más importante que Hockney presenta en Londres desde 1988.

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