El encanto de lo simple
Con la sala abarrotada de espectadores, el quinteto gallego presentaba en la capital su segundo disco de larga duración, La vida en rebajas, y lo hacía bajo las mismas constantes artísticas y creativas con las que Pastoriza y los suyos comenzaran su andadura como grupo hace ya más de un lustro. Lo suyo es el pop de altura, con calidad y suficientes señas de reconocimiento; pop cocinado a base de canciones hermosas, con enjundia y un punto de retranca bizarra que llega a chulería. La música es excepcional, y en directo suena callejera, casi con aires tangueros y de desplante, como idóneo...
Con la sala abarrotada de espectadores, el quinteto gallego presentaba en la capital su segundo disco de larga duración, La vida en rebajas, y lo hacía bajo las mismas constantes artísticas y creativas con las que Pastoriza y los suyos comenzaran su andadura como grupo hace ya más de un lustro. Lo suyo es el pop de altura, con calidad y suficientes señas de reconocimiento; pop cocinado a base de canciones hermosas, con enjundia y un punto de retranca bizarra que llega a chulería. La música es excepcional, y en directo suena callejera, casi con aires tangueros y de desplante, como idóneo soporte para unas letras en las que se aúnan lo melancólico, lo romántico, lo urbano -con ese punto líquido especial que da la atmósfera lluviosa de su tierra natal- y una total falta de pretenciosidad.Obvio es decir que la conexión entre público y músicos fue inmediata, y que temas como Sopas de burro cansado o El camión de la basura dieron otra mano más de lustre a una banda que merece muchísima mejor suerte que la que hasta el momento les ha deparado el cruel negocio del disco.
La Marabunta
Nicolás Pastoriza (voz), Pablo Novoa (guitarra y coros), Ricardo Moreno (batería), Santiago Mouriño (bajo) y Nacho Mastreta (piano y saxo). Sala Suristán. Jueves, 17 de abril.