La NASA presenta la nave espacial que investigará si hay agua en la Luna

La misión permitirá cartografiar toda la superficie desde una altura de 100 kilómetros

La NASA ha presentado la Lunar Prospector, una nave espacial no tripulada y de bajo presupuesto, que será lanzada el próximo mes de septiembre. Con ella, los científicos esperan determinar si existe agua en la Luna. Será la primera nave que la NASA envía a la Luna desde que descendieron allí las Apollo, entre 1969 y 1972. La Lunar Prospector es un artefacto simple para los estándares de la NASA en las misiones planetarias. Mide 1,35 metros de alto y pesa 300 kilos. La nave fue presentada en las instalaciones de la Lockheed Martin en Sunnyvale (California).

La misión forma parte: del pro...

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La NASA ha presentado la Lunar Prospector, una nave espacial no tripulada y de bajo presupuesto, que será lanzada el próximo mes de septiembre. Con ella, los científicos esperan determinar si existe agua en la Luna. Será la primera nave que la NASA envía a la Luna desde que descendieron allí las Apollo, entre 1969 y 1972. La Lunar Prospector es un artefacto simple para los estándares de la NASA en las misiones planetarias. Mide 1,35 metros de alto y pesa 300 kilos. La nave fue presentada en las instalaciones de la Lockheed Martin en Sunnyvale (California).

La misión forma parte: del programa Discovery de la agencia espacial estadounidense, que promueve las misiones científicas de bajo coste financiero y rápido desarrollo. Los responsables de la NASA se sienten muy orgullosos del coste total de la, Lunar Prospector, que asciende a 63 millones de dólares (unos 9.000 millones de pesetas), in cluido el lanzamiento, las operaciones de control de la misión y el análisis de datos, Di cha cantidad supone sólo una pequeña fracción del coste de proyectos anteriores de este tipo. Normalmente, estas, mi siones espaciales requieren un gran presupuesto y un desarrollo de larga duración. La Lunar Prospector dará vueltas a la Luna en una órbita polar durante un período de un año, y en su recorrido cartografiará toda su superficie desde una altura de 100 kilómetros.Aunque los astronalitas pudieron pasearse por la, superficie del satélite terrestre hace un cuarto de siglo, los responsables de la NASA afirman que todavía queda mucho por aprender acerca del vecino cósmico mas próximo a la Tierra. "Mucha gente: tiene la impresión de que ya, hemos estado allí y de que ya la conocemos. No es verdad. Más del 75% de la estructura y composición de la Luna no ha sido cartografiado", afirma Scott Hubbard, jefe científico de la misión.

Indicios de hielo

El interés acerca del satélite natural de la Tierra se disparó cuando se anunció, el pasado mes de diciembre, que en, la superficie de la Luna se ha bían descubierto indicios de la existencia de agua. Los científicos que analizaron en pro fundidad los datos tomados en el año 1994 con el radar de la nave Clemetine explicaron que la información sugería la presencia de agua helada en una depresión profunda cerca del polo sur lunar.Cristales de hielo podrían estar mezclados allí con, partículas de polvo. La Clementine era una pequeña, pero muy avanzada desde. el punto de vista tecnológico, sonda espacial del Departamento de Defensa de Estados Unidos, adaptada para investigaciones de carácter científico-. Una vez completada su misión de orbitar alrededor de la Luna, la Clementine iba a continuar camino hacia el asteroide Geógrafos , pero un error de maniobra hizo que se perdiera el control y se extraviara.

La Lunar Prospector debería confirmar ahora si verdaderamente hay o no agua en las regiones polares de la Luna, según ha explicado la NASA. La nave lleva incorporado un espectrómetro de neutrones que es capaz de detectar la presencia de hidrógeno, que, según las previsiones de los científicos, estaría casi seguro en forma de agua.

Si se consigue comprobar que hay agua en la Luna, sugieren algunos expertos, no sólo se abriría el camino hacia el establecimiento de colonias humanas allí, sino que también podría separarse en hidrógeno y oxígeno, que se utilizarían como combustible para los cohetes, de manera que el satélite natural se convertiría en una buena escala de aprovisionamiento para futuras misiones de exploración del sistema solar.

Además, la cara oculta de la Luna sería un buen lugar para instalar allí observatorios astronómicos exentos de la contaminación electromagnética y lumínica de la Tierra. "Si hay agua creo que sería muy grande el ímpetu para volver a ir con misiones tripuladas", ha comentado Alan Binder, investigador principal del proyecto en la empresa Lockheed Martin, que ha fabricado la Lunar Prospector. "El agua que se encontrase allí procedería de cometas que hubieran, chocado contra la Luna, porque ella misma no tiene agua", ha explicado Binder.

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