Zedillo califica de grosería la desconfianza de EE UU ante su política antidroga
La condena del legislativo estadounidense a la política antidrogas mexicana levantó la noche del jueves la inmediata reacción, airada e indignada de la totalidad de la clase política de México. El presidente Ernesto Zedillo, en el último día de su visita oficial a Japón, se sumó al frente común contra la resolución de la Cámara de Representantes: "Las actitudes y opiniones que se han generado en el Congreso de EE UU son groseras, ofensivas, agresivas e inadecuadas".
Sin embargo, la contundencia de las palabras del mandatario no tendrá consecuencias a corto plazo. "El Gobierno pintará su...
La condena del legislativo estadounidense a la política antidrogas mexicana levantó la noche del jueves la inmediata reacción, airada e indignada de la totalidad de la clase política de México. El presidente Ernesto Zedillo, en el último día de su visita oficial a Japón, se sumó al frente común contra la resolución de la Cámara de Representantes: "Las actitudes y opiniones que se han generado en el Congreso de EE UU son groseras, ofensivas, agresivas e inadecuadas".
Sin embargo, la contundencia de las palabras del mandatario no tendrá consecuencias a corto plazo. "El Gobierno pintará su raya. No nos detendremos cuando haya un acto legislativo irrevocable que afecte a México" añadió Zedillo. "No se aceptarán condiciones que afecten a la integridad del país". Zedillo atacó a los legisladores de Washington y les acusó, en línea con el resto de los Gobiernos latinoamericanos, de intentar desviar la atención: "El Congreso está buscando pretextos para no enfrentar con toda solidez el problema del consumo de drogas en su país". El presidente mexicano opina que la legislación aprobada anteayer que revierte la certificación otorgada el pasado 28 de febrero, aunque congelada por 90 días, responde a la pugna interna que el Congreso mantiene con el presidente Bill Clinton, quien ha amenazado con vetar la normativa. Zedillo afirmó que, tras los 20.000 millones de dólares que la Casa Blanca concedió a México en febrero de 1995 para salvarle de la bancarrota, "quedó un resquemor [entre numerosos legisladores] que estamos viendo ahora surgir con gran fuerza".Las relaciones entre ambos países, tradicionalmente conflictivas, atraviesan momentos turbulentos a menos de un mes de que el presidente Clinton realice una visita oficial a su vecino sureño. El caso del general Jesús Gutiérrez Rebollo, zar antidrogas mexicano encarcelado por sus presuntos vínculos con capos del narco, fue la gota que puso punto final al chorreo de alabanzas que desde Washington se dirigían al Gobierno de Zedillo por su lucha antidrogas.
Estados Unidos presiona ahora para que se capture a los jefes de los principales carteles de la droga, para que se permita a policías de la Agencia de Narcóticos de Estados Unidos (DEA) portar armas en México y para que se prodiguen las extradiciones de los narcos más poderosos.