El Ejecutivo alemán niega que pretenda retrasar la unión monetaria

El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Klaus Kinkel, desmintió ayer enérgicamente las "especulaciones sobre la supuesta intención del Gobierno federal de aplazar la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria (UEM)", prevista para 1999.En una nota pública, afirma que "los adversarios del euro prosiguen su impulso irresponsable". El texto añade que "quienes ponen en circulación tales especulaciones provocan turbulencias en los mercados financieros y la inseguridad en los ciudadanos de "Europa". El pasado viernes se produjeron descensos generalizados en los mercados europeos, que afectaron...

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El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Klaus Kinkel, desmintió ayer enérgicamente las "especulaciones sobre la supuesta intención del Gobierno federal de aplazar la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria (UEM)", prevista para 1999.En una nota pública, afirma que "los adversarios del euro prosiguen su impulso irresponsable". El texto añade que "quienes ponen en circulación tales especulaciones provocan turbulencias en los mercados financieros y la inseguridad en los ciudadanos de "Europa". El pasado viernes se produjeron descensos generalizados en los mercados europeos, que afectaron especialmente a la deuda y las divisas italiana y española, a consecuencia de los rumores de retraso de la UEM.

"La UEM es una cuestión de destino para Europa y, con ella, para Alemania, por lo que el Gobierno federal apoya sin restiricciones su determinación de entrar, en el plazo establecido del 1 de enero de 1999, en la tercera etapa", subraya Klaus Kinkel.

La nota señala la conocida posición del Gobierno de Helmut Kohl de que "en los criterios de estabilidad no se puede hacer trampa y que el euro debe ser tan fuerte como el marco".

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