Navajita, en alza

De entrada, es de ley resaltar el mérito de esta pareja de Jerez, Curro y Pelé, que supo arrancar a las pantallas del telefútbol el suficiente número de espectadores como para llenar la sala. Navajita Plateá viven para el flamenco y el blues de modo equidistante y su directo así lo demuestra: pura intensidad guitarrera, un tiempo que se desliza hacia el jazz y una voz que conjura tanto al duende del flamenco como a los espíritus del blues.El grupo, que presentaba en la capital su segundo trabajo discográfico, Contratiempos, se mostró enérgico y al nivel de temperatu...

De entrada, es de ley resaltar el mérito de esta pareja de Jerez, Curro y Pelé, que supo arrancar a las pantallas del telefútbol el suficiente número de espectadores como para llenar la sala. Navajita Plateá viven para el flamenco y el blues de modo equidistante y su directo así lo demuestra: pura intensidad guitarrera, un tiempo que se desliza hacia el jazz y una voz que conjura tanto al duende del flamenco como a los espíritus del blues.El grupo, que presentaba en la capital su segundo trabajo discográfico, Contratiempos, se mostró enérgico y al nivel de temperatura necesario para que la híbrida caldera de su música se pusiera a hervir a todo vapor. Los momentos álgidos llegaron con dos de sus piezas más celebradas: La rutina del mal casao, cuyo estribillo ("¡Qué miraíta ma eshao ... !") lo explica todo, y un pedazo de bolero titulado Frio sin tí. Al final del concierto, el público obligó a que el grupo hiciese los bises de rigor y los reconoció como unos figuras del género. Un auténtico valor en alza.