CINE

Entre la americanada y la españolada

Lo que más puede despistar, enfadar o directamente cabrear al espectador español en concreto, y a cualquier admirador del poeta Federico García Lorca en general, es el espectacular y equivocado lanzamiento realizado de esta extraña coproducción entre Puerto Rico y España. Sobre todo porque, en contra de lo que se ha dicho e insistido, Muerte en Granada no es una película biográfica, o seudobiográfica, sino un policiaco más o menos sofisticado,, o simplemente pedante, donde la figura de Lorca sólo es una excusa para que el famoso Andy García salga en media docena de escenas recitando alg...

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Lo que más puede despistar, enfadar o directamente cabrear al espectador español en concreto, y a cualquier admirador del poeta Federico García Lorca en general, es el espectacular y equivocado lanzamiento realizado de esta extraña coproducción entre Puerto Rico y España. Sobre todo porque, en contra de lo que se ha dicho e insistido, Muerte en Granada no es una película biográfica, o seudobiográfica, sino un policiaco más o menos sofisticado,, o simplemente pedante, donde la figura de Lorca sólo es una excusa para que el famoso Andy García salga en media docena de escenas recitando algunos de sus más conocidos poemas y preste un fuerte respaldo comercial al empeño.En buena medida la clave está en la elaborada fotografía el español Juan Ruíz-Anchía, lo mejor del conjunto, que consigue hacer de Granada una desconcertante ciudad oscura, tenebrosa, llena de luces y sombras en la mejor tradición del cine negro norteamericano. Vista en otros países o por alguien que no sepa quién es García Lorca, Muerte en Granada sólo aparecerá como uno de esos tradicionales policiacos con una buena carga psicológica, donde una persona torturada por el recuerdo de una muerte violenta vuelve sobre ella para indagar quién le mató, cómo y por qué.

Muerte en Granada

Director: Marcos Zurinaga.Guionistas: Marcos Zurinaga, Juan Antonio Ramos, Meil Cohen. Fotografía: Juan Ruíz-Anchía. Música: Mark McKencie. Puerto Rico, España, 1997. Intérpretes: Esai Morales, Andy García, Edward James Olmos. Jeroen Krabbe, Marcela Walerstein, Giancarlo Giannini, Eusebio Lázaro, José Coronado, Marina Saura. Estreno en Madrid: Rialto, Luchana, La Vaguada, Liceo, Albufera, Cristal, Aluche, Duplex y Real Cinema (V. 0. subtitulada).

Lo que no se comprende es por qué al guionista, productor y realizador puertorriqueño Marcos Zurinaga se le ha ocurrido que esa investigación, esta historia del hombre que regresa sobre su vida para poder seguir viviendo, gire en torno a la mítica figura de Lorca, en lugar de la de cualquier otro personaje real o imaginario. Con ello lo único que ha conseguido, en su calidad de hombre que flota a medio camino entre la cultura norteamericana y la española, es hacer un desajustado producto que se sitúa entre la americanada, por lo que tiene de película policiaca, y la españolada, en cuanto reúne algunos de los más viejos y usuales tópicos sobre nuestro país.

Aburrida

Avalada por la firma del investigador británico lan Gibson, y basada en sus libros El asesinato de Federico García Lorca y La vida de Federico García Lorca, Muerte en Granada llega a unas raras conclusiones, que poco tienen que ver con las investigaciones de Gibson y todavía menos con la realidad. Su verdadero problema es que la ficción inventada por Marcos Zurinaga y sus colaboradores, a partir de pretendidos hechos reales, no resulta creíble, carece de atractivos y, sobre todo, es profundamente aburrida.No funciona la historia del joven español exilado en Puerto Rico poco antes de comenzar la guerra y que regresa en 1954 a Granada interesado en escribir una biografía sobre Lorca para encontrar un muro de silencio, pero que consigue romper gracias a su obstinación para descubrir una dura, verdad. Tampoco acaba de cuajar, aunque tenga más atractivos, la del investigador obsesionado por un crimen ocurrido en su pasado que vuelve para investigar por qué ha afectado tanto su vida. En lugar de complementarse, ambas tendencias se contraponen: mientras la tradicional estructura narrativa de policiaco es un pegote para hablar de Lorca, resulta que la figura del poeta y la España de pandereta que le rodea entorpece la investigación policiaca.

La mezcolanza de actores resulta demasiado rara. El siempre excelente Andy García no es creíble como Lorca, y el holandés Jerroen Krabbe, el italiano Giancarlo Giannini, los latinos Esai Morales, Edward James Olmos y Miguel Ferrer, e incluso los españoles Eusebio Lázaro, José Coronado y Marina Saura son demasiado dispersos para aparecer como tradicionales granadinos.

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