Expertos sevillanos fabrican un tomate resistente a los hongos
Las infecciones por hongos constituyen el mayor quebradero de cabeza para los horticultores andaluces. Estos parásitos son capaces de arruinar los cultivos desde poco después de la siembra hasta el transporte de los frutos maduros. Por el momento el único remedio -casi peor que la enfermedad- pasa por la utilización de unos pesticidas caros, tóxicos y dañinos para el medio ambiente. Pero la manipulación genética ofrece ahora una alternativa. El truco: robarle las armas a un hongo caníbal y entregárselas al tomate.Tres grupos sevillanos, los de Tahía Benítez, Antonio Llobell (ambos de la Facult...
Las infecciones por hongos constituyen el mayor quebradero de cabeza para los horticultores andaluces. Estos parásitos son capaces de arruinar los cultivos desde poco después de la siembra hasta el transporte de los frutos maduros. Por el momento el único remedio -casi peor que la enfermedad- pasa por la utilización de unos pesticidas caros, tóxicos y dañinos para el medio ambiente. Pero la manipulación genética ofrece ahora una alternativa. El truco: robarle las armas a un hongo caníbal y entregárselas al tomate.Tres grupos sevillanos, los de Tahía Benítez, Antonio Llobell (ambos de la Facultad de Biología) y José Antonio Pintor-Toro (del Instituto de Recursos Naturales del CSIC) han construido por manipulación genética una planta de tomate capaz de destruir a los hongos. La técnica, que puede aplicarse a cualquier otra hortaliza, se patentará en breve para su comercialización por una multinacional.
Los ingenieros genéticos no suelen inventar cosas completa mente nuevas, sino que aprovechan lo que hay en la naturaleza. En este caso han robado las armas para destruir parásitos... a otro parásito: una especie de hongo caníbal llamado Trichoderma que normalmente se gana la vida rodeando, perforando y chupándoles las entrañas a otros hongos. La clave de estas habilidades de Trichoderma está en sus genes. El atacante cuenta con una batería de enzimas que rompen y degradan los componentes de la pared de sus víctimas, infligiéndoles verdaderos boquetes.
Los investigadores sevillanos han identificado media docena de esas enzimas y han aislado los genes que las producen. A partir de ahí, introdujeron esos genes de Trichoderma en los cromosomas de la planta del tomate.
Además de tomates, han logrado plantas de tabaco y de melón transformadas por el mismo, sistema. Las plantas transgénicas han mostrado su efectividad en laboratorio, ahora hay que probarlas en invernaderos.