Acuerdo para la salvación del Gobierno de Prodi y las televisiones de Berlusconi

El camino de Italia hacia el euro pasa por las televisiones de Silvio Berlusconi, aunque ello no quiera decir que la vía sea fácil ni recta. La prórroga de las licencias para que las cadenas controladas por el líder de la oposición sigan emitiendo están en el centro de un acuerdo que relaja la presión sobre el Gobierno de Romano Prodi, dándole algún respiro en la ingrata tarea de llevar el país hasta Europa. Pero la tregua vence en primavera, y el Fondo Monetario Internacional prevé que Prodi tendrá que pedir nuevos impuestos por esas fechas.

No es esa la única nube en el horizonte del ...

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El camino de Italia hacia el euro pasa por las televisiones de Silvio Berlusconi, aunque ello no quiera decir que la vía sea fácil ni recta. La prórroga de las licencias para que las cadenas controladas por el líder de la oposición sigan emitiendo están en el centro de un acuerdo que relaja la presión sobre el Gobierno de Romano Prodi, dándole algún respiro en la ingrata tarea de llevar el país hasta Europa. Pero la tregua vence en primavera, y el Fondo Monetario Internacional prevé que Prodi tendrá que pedir nuevos impuestos por esas fechas.

No es esa la única nube en el horizonte del primer ministro italiano, porque el acuerdo sobre las televisiones, alcanzado en la noche del pasado lunes, ha tenido como precio el reconocimiento de una profunda división entre las fuerzas que le apoyan. El Partido de la Refundación Comunista (PRC) se ha distanciado una vez más del resto del bloque, para rechazar un intercambio de televisión por estabilidad que considera indecente". Ha abierto, así, la oportunidad de que las medidas sean aprobadas en el Parlamento, con los votos de parte de la oposición y de parte de la mayoría, como si se configurara una mayoría nueva.El verdadero cambio de alianzas se ve como cosa lejana. Pero Prodi deberá demostrar -siempre que no sea procesado en enero- su capacidad para mantenerse al timón de esta nueva singladura querida, sobre todo, por su principal aliado, el secretario del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), Massimo D'Alema. Para D'Alema el acuerdo con Berlusconi representa un compromiso entre moderados de reformar la Constitución pese a las resistencias del PRC, en la izquierda, y de Alianza Nacional, el principal aliado de Berlusconi, en la derecha, dos extremos que recogen más del 20% de los votos.

En los siete meses que lleva gobernando Prodi, D'Alema ha dado muestras de una impaciencia creciente frente al radicalismo del PRC, que dificulta su propio proyecto de consolidar el PDS como fuerza socialdemócrata moderada, y ha criticado la debilidad de Prodi frente a las exigencias de su aliado más izquierdista. Incluso ha dejado claro que, más que la estabilidad del Gabinete actual, le importa que se hagan las reformas del sistema electoral para poner fin a estos Gobiernos de cuatro o cinco partidos que luego no se Ponen de acuerdo.

Todo esto explica que el líder del PDS haya impulsado un compromiso con Berlusconi difícilmente presentable a la opinión pública, pero cuya contrapartida es la promesa del líder de la oposición de que las reformas se abordarán en enero. Sin este acuerdo, las televisiones de Berlusconi habrían tenido que dejar de emitir a finales de mes. Pero la prórroga vencerá en mayo, y sólo podrá ser prolongada por otros dos meses.

Prodi tiene, por ello, una importante cita en primavera. La oposición no le ayudará en su política fiscal por Europa, ni entonces ni ahora. A su favor, juega que su único sustituto verosímil es D'Alema, y éste ha dicho que no presidirá. el Gobierno hasta ser elegido en unas nuevas elecciones.

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