Colombia confiscará a los 'narcos' bienes adquiridos en los últimos 20 años

El Congreso de Colombia aprobó ayer, por sorpresa y cuando ya muchos la daban por muerta, una amplia "ley de extinción de dominio" que permitirá al Gobierno confiscar propiedades adquiridas de manera ilícita en el país durante los últimos 20 años. Narcotraficantes, secuestradores, contrabandistas e incluso los evasores de impuestos están en el punto de mira de esta nueva norma.

"La nueva ley [sólo falta la sanción presidencial] parte en dos la historia del país en materia de lucha contra la delincuencia organizada", dijo el presidente Ernesto Samper en una entrevista por la radio tr...

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El Congreso de Colombia aprobó ayer, por sorpresa y cuando ya muchos la daban por muerta, una amplia "ley de extinción de dominio" que permitirá al Gobierno confiscar propiedades adquiridas de manera ilícita en el país durante los últimos 20 años. Narcotraficantes, secuestradores, contrabandistas e incluso los evasores de impuestos están en el punto de mira de esta nueva norma.

"La nueva ley [sólo falta la sanción presidencial] parte en dos la historia del país en materia de lucha contra la delincuencia organizada", dijo el presidente Ernesto Samper en una entrevista por la radio tras la aprobación parlamentaria. El primer mandatario, visiblemente complacido con la nueva norma, a la que calificó de "primordial" y "herramienta importante", aseguró que su no aprobación hubiera significado legalizar las fortunas mal adquiridas".El proyecto tuvo un largo vía crucis en el Congreso. Hubo amenazas, presiones de los abogados de la mafia -que abiertamente hicieron antesala en los corredores del Congreso- y hasta un desmayo del ministro del Interior.

El momento crítico de la discusión fue el de la retroactividad de la ley. Hace apenas tres días, en una decisión que empresarios, Gobierno e Iglesia condenaron, la Cámara de Representantes en pleno aprobó la confiscación de bienes, pero la limitó a sólo los adquiridos a partir de 1991. Esto significaba que las grandes fortunas del narcotráfico, amasadas durante la década de los ochenta, no se verían afectadas.

Las cosas cambiaron por sorpresa. Algunos congresistas liberales, del partido del Gobierno, se arrepintieron de su decisión, y después de una visita al palacio presidencial salieron dispuestos a apoyar la retroactividad. Los conservadores, que en principio habían optado por no votar, cambiaron también de opinión.

La "extinción de dominio" forma parte de una promesa de Samper y también de las exigencias de EE UU para cambiar su actitud frente a Colombia y borrar la amenaza de duras sanciones económicas.

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