La deuda continúa su espectacular mejora por las expectativas de bajada de tipos

La confianza del ahorro exterior en la capacidad de España de reducir sus desequilibrios y acceder a la unión monetaria crece cada día. La rentabilidad del bono a 10 años -una de las referencias para los préstamos a largo plazo- bajó ayer al 6,86%, un mínimo histórico, y su diferencial con Alemania -refleja la prima de riesgo que exigen los inversores para comprar activos españoles- se redujo a 1,26 puntos. Al eurooptimismo ya existente se ha sumado la expectativa de que Alemania liderará un recorte de tipos en Europa, que impulsaría el crecimiento y ayudaría a la consolidación fiscal necesari...

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La confianza del ahorro exterior en la capacidad de España de reducir sus desequilibrios y acceder a la unión monetaria crece cada día. La rentabilidad del bono a 10 años -una de las referencias para los préstamos a largo plazo- bajó ayer al 6,86%, un mínimo histórico, y su diferencial con Alemania -refleja la prima de riesgo que exigen los inversores para comprar activos españoles- se redujo a 1,26 puntos. Al eurooptimismo ya existente se ha sumado la expectativa de que Alemania liderará un recorte de tipos en Europa, que impulsaría el crecimiento y ayudaría a la consolidación fiscal necesaria para cumplir Maastricht. La espectacular subida del dólar, que ayer rozó 132 pesetas, contribuye a mejorar estas expectativas de crecimiento.

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Los inversores están cada vez más convencidos de que Europa, sin margen de maniobra para estimular sus economías con la política presupuestaria, recurrirá a un recorte de los tipos de interés oficiales para impulsar la demanda y asegurarse el crecimiento. La inesperada caída de la producción industrial en octubre en Alemania conocida ayer alimentó esta expectativa. El dato se suma a las presiones que está ejerciendo en los últimos días Francia, cuya economía sigue estancada, sobre Bonn para baje los tipos de interés, ahora en el 3%. La inflación, que está en mínimos históricos en Europa, no será un impedimento.La perspectiva de que se produzca una rebaja generalizada del precio del dinero en Europa está siendo el nuevo motor de las subidas de los mercados de deuda. La entrada de dinero se ha concentrado sobre todo en las economías europeas llamadas periféricas, aquéllas lejos de la convergencia (España, Italia, Suecia, Portugal ... ). Sus tipos de interés a largo plazo, que reflejan las expectativas del mercado sobre la evolución de su inflación y la confianza en la estabilidad del tipo de cambio de sus monedas, están convergiendo con Alemania a un ritmo frenético.

La razón no es tanto la corrección de sus desequilibrios fundamentales, que se produce al ritmo previsto, sino la fe del mercado en su capacidad de converger con los países que formen el pelotón de cabeza de la unión monetaria. Así, los tipos reales a largo plazo de España están, por ejemplo, por debajo de Alemania. La inflación española está en el 3,5%, dos puntos por encima de la alemana. El diferencial de los tipos a largo plazo, sin embargo, estaba ayer en 1,25 puntos. Este hecho refleja la convicción del mercado en que España reducirá su inflación. Otro ejemplo que ilustra esta confianza es el hecho de que la prima de riesgo de España frente a Alemania se situó ayer por primera vez por debajo de la que se exige a Suecia, un país más cerca de los objetivos de Maastricht pero cuyas fuerzas políticas no tienen clara su incoporación a la unión monetaria. "Los inversores encuentran mucho atractivo en España por el fuerte consenso que existe entre los dos principales partidos políticos para acceder a la UEM", señala Juan Mielgo, analista de Bank of America España. La espectacular subida del dólar también está contribuyendo al optimismo europeo. Esta tendencia aumenta el atractivo de las exportaciones europeas y contribuye, por tanto, a impulsar el crecimiento. Ayer se apreció a 1,5675 marcos y 131,85 pesetas, ambas las cotizaciones máximas de los últimos 23 meses. El lunes la moneda estadounidense había cotizado a 1,5460 marcos y 129,95 pesetas. La expectativa de que bajen los tipos en Europa, que resta atractivo a los activos denominados en las monedas europeas, favorece al dólar. En EE UU, cuya economía vuelve a crecer sólidamente, sólo se puede esperar una política monetaria de signo contrario. Francia, que reclamó la apreciación del dólar la semana pasada, ha salido mal parada de este movimiento porque el marco se ha caído frente al franco, justo el movimiento que París quería evitar.

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