Cartas al director

Contra la autovía

He leído en la edición de su diario del pasado jueves 7 de noviembre, la triste noticia de que se ha asignado presupuesto para el estudio de la construcción de una autovía entre las poblaciones madrileñas de Colmenar Viejo y Cerceda. En mi opinión, que estoy seguro es ampliamente compartida, nadie que conozca la zona y tenga una mínima conciencia ambiental o valore en algo la belleza de un paisaje puede ni siquiera considerar esta deplorable idea.Actualmente la carretera que une ambas poblaciones es una vía de un solo carril por sentido. en un buen estado de conservación y mantenimiento que só...

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He leído en la edición de su diario del pasado jueves 7 de noviembre, la triste noticia de que se ha asignado presupuesto para el estudio de la construcción de una autovía entre las poblaciones madrileñas de Colmenar Viejo y Cerceda. En mi opinión, que estoy seguro es ampliamente compartida, nadie que conozca la zona y tenga una mínima conciencia ambiental o valore en algo la belleza de un paisaje puede ni siquiera considerar esta deplorable idea.Actualmente la carretera que une ambas poblaciones es una vía de un solo carril por sentido. en un buen estado de conservación y mantenimiento que sólo en muy contadas ocasiones presenta retenciones. Además, la seguridad ha mejorado en los últimos años en gran medida al situar rotondas en los cruces, resultando pues el servicio que proporciona esta vía satisfactorio, lo que puedo afirmar como usuario muy habitual de la misma.

Como en este periódico se mencionaba, este tramo de carretera atraviesa un paraje de una gran belleza y riqueza ecológica, formando parte de un parque natural.

Para el que no tenga la suerte de conocerlo, diré que se trata del clásico paisaje mediterráneo que alterna encinas, ganado de lidia, ovino, etc. con la presencia de rapaces, cigüeñas y demás fauna autóctona. Puedo asegurar que circular a velocidad moderada por esta vía es realmente placentero.

Sustituir la actual carretera por una autovía supondría por el lado del debe, dañar irreversible y muy gravemente la riqueza ecológica y la belleza paisajística de la zona, mientras que por el lado del haber, se contaría con una vía más rápida. Personalmente, y otra vez estoy convencido de no ser el único, prefiero claramente circular algo más despacio e incluso sufrir alguna retención ocasional, a cambio de preservar todo lo antes descrito.

Por lo tanto, me opondré decididamente a cualquier iniciativa tendente a la construcción de esa autovía.

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