Un juez francés condena a unos raperos a seis meses de cárcel

"Si el ridículo matase, todo el actual Gobierno ya estaría muerto". Así resumía el director del festival de canción francesa Francofolies su opinión respecto a la decisión judicial de condenar a dos miembros del grupo de rap NTM a seis meses de cárcel (tres firmes) y seis meses de prohibición de actuaciones en territorio francés por "ultraje a la autoridad pública". La sentencia implica también una multa de 50.000 francos (1.250.000 pesetas).El ya muy desgastado ejecutivo descubrió ayer que tenía que en frentarse a un nuevo e inesperado conflicto provocado por el juez M. Boulanger, titu...

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"Si el ridículo matase, todo el actual Gobierno ya estaría muerto". Así resumía el director del festival de canción francesa Francofolies su opinión respecto a la decisión judicial de condenar a dos miembros del grupo de rap NTM a seis meses de cárcel (tres firmes) y seis meses de prohibición de actuaciones en territorio francés por "ultraje a la autoridad pública". La sentencia implica también una multa de 50.000 francos (1.250.000 pesetas).El ya muy desgastado ejecutivo descubrió ayer que tenía que en frentarse a un nuevo e inesperado conflicto provocado por el juez M. Boulanger, titular del Tribunal de Gran Instancia de la ciudad de Toulon. El magistrado estimó fundada la demanda de varios sin dicatos de policía contra el grupo NTM a raíz de un concierto celebrado el 14 de julio de 1995, precisamente contra la llegada a la alcaldía de Toulon del ultraderechista Jean-Marie le Chevallier. NTM, siglas que significan Nique Ta Mére (Jode a Tu Madre), es un grupo especializado en rap hardcore, es decir, en canciones que denuncian con violencia la miseria y el racismo en los barrios marginados. De uno de sus discos -Paris sous les bombes- han vendido más de 200.000 copias, y su mayor éxito es la canción Police, que está en el origen del escándalo. En Police dicen de la policía cosas como que constituye "una banda organizada, jerarquizada, protegida por la tutela de las autoridades"; se preguntan cómo los agentes "pueden pretender defender el Estado cuando ellos mismos están en estado de embriaguez avanzada", y define los cuerpos de seguridad como "una máquina descerebrada dirigida por una justicia en la que me meo". Para los cantantes "no se trata de provocación, sino de lenguaje de la calle".

Un franco

El actual ministro de Justicia y antiguo titular de Cultura, Jacques Toubon, ha expresado a la perfección el malestar del Gobierno al declarar que respeta "las decisiones judiciales, pero también la libertad de expresión". Uno de los sindicatos policiales, el mayoritario FNAP, que se querellaba contra NTM, ha manifestado su estupor: "Queríamos un franco simbólico de indemnización, no una condena penal". En cambio, el alcalde ultraderechista de Toulon ha "celebrado la condena" porque "servirá de ejemplo para otros cantantes deseosos de incitar al asesinato de policías". Más sorprendente es que François Léotard, ex ministro de Cultura y de Defensa, la considere una "excelente decisión". Que un delito de opinión comporte una condena de cárcel parece ideado para satisfacer las demandas del Frente Nacional, que logró impedir otro concierto, de NTM en junio. Para un sindicato de magistrados la sentencia "un ataque contra la libertad de expresión que prueba que estamos ante una voluntad represiva". Para la Liga de los Derechos Humanos, "si condenar a la cárcel por ese tipo de delito es ridículo, aún lo es más querer prohibir las actuaciones del grupo".

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