Al toro, ni tocarlo

El ministro del Interior, en coincidencia con los taurinos, anuncia la liberalización de la fiesta. Se impone la corriente liberalizadora y los tiempos van por ahí, según su opinión. Pues bien, que corran los tiempos. Pero al toro, ni tocarlo.Los tiempos serán liberalizadores mas no manipuladores. Al toro se le ha estado manipulando impunemente, gracias a la permisividad de los órganos de la Administración que ahora dirige el propio ministro.

. Por mucho que los tiempos corran la fiesta siempre será un bien cultural, patrimonio del pueblo español; nunca privativo de los Lozano y los Cho...

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El ministro del Interior, en coincidencia con los taurinos, anuncia la liberalización de la fiesta. Se impone la corriente liberalizadora y los tiempos van por ahí, según su opinión. Pues bien, que corran los tiempos. Pero al toro, ni tocarlo.Los tiempos serán liberalizadores mas no manipuladores. Al toro se le ha estado manipulando impunemente, gracias a la permisividad de los órganos de la Administración que ahora dirige el propio ministro.

. Por mucho que los tiempos corran la fiesta siempre será un bien cultural, patrimonio del pueblo español; nunca privativo de los Lozano y los Chopera, de la Unión de Criadores, de la confederación de taurinos.

En la carrera de los tiempos, la presente generación de taurinos, de españoles y de ministros no puede desvirtuar la fiesta. Su deber es legarla a las generaciones venideras tan auténtica como la recibió de la precedente, por lo menos.

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Con que los poderes públicos garanticen la integridad del toro y su correcta lidia, basta. Todo lo demás pueden liberalizarlo. Y hasta pintarlo de verde.

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