El ministro del Interior ruso arremete contra el general
El ministro del Interior de Rusia, Anatoli Kulikov, aprovechó que Alexandr Lébed estaba en Bruselas para redoblar sus ataques contra el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, a quien acusó ayer de haber cooperado con un presunto estafador en su misión pacificadora en Chechenia.
Kulikov se empleó a fondo contra la gestión de Lébed en Chechenia, pese a que cuenta con la bendición formal de Borís Yeltsin. El presidente fue trasladado durante el fin de semana desde la clínica donde estaba internado, al sanatorio de Barvija, en las afueras de Moscú. El Kremlin anunció ayer que Yel...
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El ministro del Interior de Rusia, Anatoli Kulikov, aprovechó que Alexandr Lébed estaba en Bruselas para redoblar sus ataques contra el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, a quien acusó ayer de haber cooperado con un presunto estafador en su misión pacificadora en Chechenia.
Kulikov se empleó a fondo contra la gestión de Lébed en Chechenia, pese a que cuenta con la bendición formal de Borís Yeltsin. El presidente fue trasladado durante el fin de semana desde la clínica donde estaba internado, al sanatorio de Barvija, en las afueras de Moscú. El Kremlin anunció ayer que Yeltsin va a prolongar su jornada laboral y a incrementar sus actividades y calificó su estado como de "bastante satisfactorio".
En una rueda de prensa, Kulikov reveló ayer por iniciativa propia que Serguéi Drobush, un comerciante encausado por supuesta participación en una estafa financiera, viajó en julio a Chechenia por encargo del general Lébed y se entrevistó allí con los líderes independentistas. Según Kulikov, Lébed sabía que su emisario estaba pendiente de proceso cuando le envió a Chechenia.
El servicio de prensa de Lébed confirmó que Drobush había realizado una misión por encargo del Consejo de Seguridad, pero aseguró que nunca había sido funcionario del organismo. Ante las declaraciones de Kulikov, los portavoces del ex general Lébed reaccionaron afirmando que existen "fuerzas destructivas" que se oponen al proceso pacificador y funcionarios estatales que tratan de "justificar su impotencia".